Hay unos versos en el poema de Antonio Machado, Las moscas; que dicen:
"de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada..."
Estos versos me sugieren que si hay una segunda inocencia, hay por supuesto una primera. Si en la segunda "da en no creer en nada" es porque en la primera se creyó en todo. Así es ¿verdad? Los niños son muy confiados y creen en lo que se les diga, pero también son muy listos y poco a poco van desconfiando en lo que se les diga hasta que llegan a la segunda inocencia.
Me parece que muchas personas se sienten tan cómodas en la segunda inocencia que allí se quedan por lo que no creen en nada, por supuesto no en la pandemia del COVID-19; no en los datos que todas las tardes emite el Gobierno sobre el desarrollo de tal.
Ojalá que aun cuando no crean se laven las manos y no se toquen la cara. Porque si realmente no existe el COVID-19 y todo es una faramalla (implementada por los grandes capitales para perder mucho dinero en las Bolsas internacionales, o por los Gobiernos de cada país para provocar su propia quiebra), no pasa nada si se lavan las manos y no se tocan la cara. Pero si sí existe entonces estarán salvando su vida.
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