Sabia virtud reconocer el tiempo.

En 2006 se hizo un estudio, bajo el supuesto de que las encuestas de ese año estuvieran bien hechas y de que los resultados de la elección fueran ciertos, en el que se siguió la evolución de las preferencias electorales de los dos principales candidatos. Se concluyó que si las campañas hubieran terminado un mes antes, López Obrador hubiera ganado las elecciones.
El PRD conoció este estudio y en la reforma electoral impulsó la reducción del tiempo de campaña.
En el estudio correspondiente en 2012, la popularidad de Peña se vino abajo a partir de los resbalones sobre los libros y en la Ibero; López Obrador tuvo que remontar el voto negativo de los que le guardaban rencor por el plantón en Reforma. La conclusión fue que si las campañas hubieran terminado un mes después, López Obrador hubiera ganado las elecciones.