Desde hace varios lustros el pueblo mexicano escogió la vía política y pacífica para conseguir los cambios que nuestro país necesita. El pueblo mexicano ha transitado casi todos los medios pacíficos; desde marchas, plantones, huelgas de hambre, incluso ha optado por la vía electoral; incluso en 1994 impuso esa vía la EZLN al manifestarse en favor del diálogo. Y al parecer el pueblo mexicano no tiene la intención de abandonar tal vía política pacífica.
Por eso resultan estériles los intentos del llamado Frente Oriental que desde el 1o de diciembre de 2012 ha realizado para provocar una revuelta a la que el pueblo mexicano no se va a sumar jamás.
Desde las campañas electorales hubo voces acerca de que "Si hay imposición habrá revolución". No me gustó para nada el resultado de las elecciones, pero reconozco que hay una mayoría de mexicanos que se expresaron (gratis o con pago) a favor de que Peña fuera Presidente y no hubo, ni hay, ni habrá revolución.
Lo que sí hay es una constante provocación a la represión, lo que el Frente Oriental busca es que el Gobierno desate una represión generalizada y eso no beneficia ni al pueblo, ni al país ni nos aproxima al cambio. Todo lo contrario la acción de los auto llamados anarquistas además de afectar a las personas arrestadas injustificadamente (ya que la policía no arrestó a los 25 encapuchados que durante una hora tuvieron al alcance de la mano), y va a provocar el retraimiento de las organizaciones civiles en su lucha por sus respectivas causas.
7 comentarios:
Seguir con gusto tus análisis no me precave de ser honesta y expresarme: que digas con tal seguridad que el pueblo mexicano no se va a sumar jamás a la revuelta convocada por el Frente Oriente, es un exceso:
1. Tú no lo sabes y tú no lo decides, por mucho que las probabilidades te den la razón.
2. Estas revueltas, frecuentemente asociadas con medios violentos, son en realidad necesidad histórica.
3. Yo tampoco me adhiero, puesto que no las deseo, a vías de lucha que no fueran pacíficas y políticas, pero por razones disímiles a aquellas que las suponen violentas (es moralmente inadmisible que los oprimidos se crucen incondicionalmente de brazos y deban eternamente ceñirse a métodos probadamente ineficaces y, por tanto, es esquizofrénico pensar que una revolución o una revuelta sea un acto de violencia ofensiva), sino porque, además de creer en la libertad política, me parece inútil dicha vía en estos momentos de esplendor neoliberal. En cualquier caso, la lucha de la gente del Frente Oriente me parece una lucha tonta y una lucha que (paradójicamente) pueda más bien rendir frutos a sus adversarios antes de debilitarlos —y quizá este es el único punto en que pueda coincidir plenamente contigo—, pero no por eso, menos heroica, ni menos política.
Finalmente, que la policía no arreste a 25 encapuchados (aunque sí a gente del Frente Oriente, Carlos Esteban Martínez, entre uno de ellos, como seguramente sabes), es imputable, no al Frente Oriente, sino al GDF gobierno: ¿Cuál es su eficacia?, ¿acaso hay infiltrados?, ¿no es ésta una cacería de brujas? Lo único inobjetable es que el GDF Gobierno coincide contigo en tu juicio totalitario: la disidencia aquí no gusta; ni a las masas, ni a los gobernantes.
Por lo demás, como siempre, un gusto leerte.
Un saludo.
Si hay un método de lucha inútil es el violento y me remito a la Historia de nuestro país: Una guerra de Independencia, una revuelta cada semana durante todo el siglo XIX, toda una Revolución Mexicana a principios del siglo XX, alzamientos de todo signo hasta el día de hoy y aquí estamos (como estamos), en el mismo sitio que otros paises de América Latina que no vieron tantas guerras internas y más abajo de otros paises que tampoco las vieron, lo que me hace dudar de la necesidad histórica de las revoluciones.
Sí es sospechosa la forma de actuar de la policía, por eso la expongo en el post, toda vez que ya hemos visto esa forma de actuar el 1o de diciembre, el 1o de mayo y en los videos que ya se están difundiendo se ve claramente que no aprehenden a los encapuchados agresores y sí a personas que nada tuvieron que ver con las trifulcas, el colmo es el del joven que es absorvido por la falange policiaca por interponerse entre ella y los agresores.
Para finalizar, no creo haber dicho que una revolución sea un acto de violencia ofensiva, conozco los antecedentes de los alzamientos en el medio rural y siempre son de violencia contra las comunidades campesinas, lo cual no sucede en las intentonas urbanas como las que hemos precenciado desde el 1o de diciembre que al parecer obedecen más bien a pura intoxicación ideológica.
para empezar no se llama frente oriental y los que participan no todos son anarquistas.
Para empezar no es Frente Oriental y no todos son anarquistas. Hay diversidad de ideologia.
gracias por la precisión Sandra
Yo sé que tú no supones eso, pero yo no creo que los muchos conflictos que hayamos tenido durante el XIX y el XX, expliquen los conflictos posteriores: hay una forma de ser conflictiva, insolidaria nuestra, quizá más bien asociada a nuestro surgimiento como pueblo (la Conquista) y al sistema social que devino con dicho surgimiento y que solo ha variado ulteriormente en matices. De manera que esos conflictos son efecto en relación a la época que les precedió, y relativamente causa de la época que les sucede (la nuestra).
Que, como dices, esas revueltas en ocasiones incluyan depredar a otros (inocentes), no les quita un ápice de ser necesidad histórica: es parte de dicha necesidad.
Yo sé que eres una persona que amas a este país, y me parece que muchos de los análisis que aquí compartes son certeros, son lúcidos, son calmos, son inteligentes, etcétera. Sin embargo, también me parece verte sobreponderar sobre este tema, las consecuencias de las fallidas revueltas sucedidas en los períodos que tú mencionas
Me parece un prejuicio de tu parte que te refieras a la ideología de un frente social como si se tratase de intoxicación ideológica. ¿Qué puede ser eso precisamente, me pregunto, en un mundo radicalmente ideologizado con la idea de que las ideologías han muerto? Una ideología es una posición que mantiene una persona, sobre un período de tiempo, frente a su mundo y que intenta dar cuenta de ese mundo. Quien mantiene una ideología, emite una valoración y sostiene un compromiso con su entorno: no es uno de esos nihilistas sociales que tanto espanto me causa ver pulular últimamente. Y ¿qué mejor forma de ser consecuente con tu ideología, que llevarla hasta las últimas consecuencias con tu praxis, como la gente del frente oriente? A mí esa gente, me concita solidaridad, independientemente de si me adapto o no a su ideología. Por lo demás, es evidente que esta gente no mantiene una de esas ideologías totalitarias del fascismo que, esas sí, pretenden imponer una visión unigénita del mundo, lejos de toda necesidad emancipatoria.
En fin, detengo aquí esta discusión.
Intoxicación ideológica es llevar la ideología hasta sus últimas consecuencias sin llevarla primero a sus primeras consecuencias. En el caso de la ideología anarquista que los encapuchados de los que todo mundo se deslinda, dicen tener, la primera consecuencia sería organizarse en comités autogestivos ciudadanos para resolver los problemas de su comunidad sin recurrir a las autoridades y sin infringir la ley.
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