En un histórico momento como el que estamos viviendo, en el que la vida en nuestro planeta corre un grave riesgo por el calentamiento global provocado por el uso indiscriminado de combustibles fósiles, destacadamente para hacer funcionar vehículos automotores; el uso de la bicicleta se presenta como una opción viable para contribuir a detener la catástrofe ecológica.
El uso de la bicicleta no contamina porque para su utilización se requiere de energía muscular, solamente esta característica bastaría para ser partidario de éste vehículo, pero además por ser de menor tamaño que el más pequeño de los vehículos automotores quemadores de gasolina y emisores de gases de invernadero, contribuye a despejar las congestionadas vías de las ciudades: Los automovilistas sufren y se encabronan con los congestionamientos pero ninguno de ellos se da cuenta de que si no estuvieran en la calle dentro de sus automóviles tales congestionamientos no existirían, es decir ¡que los automovilistas son la causa de aquello que tanto les molesta!
Otras cualidades, además de las citadas tiene el uso de la bicicleta, al requerir de esfuerzo físico su uso mejora la salud de quien la utiliza: reduce la grasa corporal, reduce el colesterol, mejora la presión arterial , etc. Por todo esto resulta incomprensible lo dicho por Ángel Verdugo (dicen que nombre es destino y que mejor que este apelativo para designar una mentalidad tan medieval), aun cuando se ha defendido diciendo que se trató de puro sarcasmo: Entre broma y broma la verdad se asoma y toda su perorata puede ser suculento material para que los psiconalistas se den vuelo con tal sarta de actos fallidos y proyecciones del subconsciente.
Un detalle de lo dicho por Ángel Verdugo ha llamado con gran fuerza mi atención: No son europeos, son mexicanos con todo lo que esto implica...
¿Qué implica ser mexicano? En este blog se ha hablado de este tema, pero el ángel verdugo de los ciclistas no se refiere a lo que hemos dicho, más adelante, en su propia alocución Verdugo dice lo que implica, según él, ser mexicano: No están en los Campos Elíseos, no están en París, están en esta selva de concreto.
Es decir, ser mexicano implica ser selvático, salvaje, y tener aspiraciones de mejorar la calidad de vida, para hacerla más civilizada es rídiculo porque ¡somos mexicanos! ¿Se puede razonar con un ente tan medieval, intolerante, clasista, prejuicioso, sordamente violento y autoracista (porque supongo que también es mexicano) como los ángeles verdugos que desde 2006 andan desatados por nuestro país?
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