Ayer el apagón en la Cuchilla del Tesoro y la CTM Aragón duró de las 3 de la tarde a las 9 de la noche, la verdad es que los habitantes de esta zona de la capital ya se están acostumbrando a los apagones y éste no duró tanto, me parece que el record es de 72 horas. Pero la gente que vive en la zona de la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo se asustó de que el apagón del día de hoy empezara a la una de la tarde y que a las 6 todavía no se hubiera reestablecido el servicio a pesar de que más de dos mil trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad trabajan a marchas forzadas para reparar los daños, al parecer ocasionados por los fuertes vientos que empezaron a soplar por aquí desde hace 24 horas; eso me recuerda cuando el gobierno de Calderón y sus repetidoras en los medios decía que con la mitad de los 40 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas era posible operar la Compañía de Luz y Fuerza, pero el día de hoy se está ocupando un gran número de técnicos sólo para reestablecer el servicio y eso da en que pensar.
En fin después de meses de haber suspendido pláticas, el día de hoy se reunieron los representantes del SME y del gobierno de Calderón, ojalá que de ésas nuevas reuniones surja buenos acuerdos pues las cosas se han estado poniendo muy violentas en los últimos días y a nadie conviene una escalada en ese sentido.
2 comentarios:
Pues el viernes -por los vientos- se fue la luz en mi Colonia, llegó hasta al día siguiente como a eso de las 4 de la tarde. En lo que llevo viviendo aquí -tres años- no recuerdo un período sin luz tan largo.
Y ¿sabes? yo creo que nada, Ernesto, hará desistir al gobierno usurpador y nada -salvo el hambre- hará desistir al SME; en cuanto a los trabajadores que aceptaron la liquidación es difícil espetarles algo (¿cómo? si tienen pagos que hacer y familia por mantener). Sin embargo, haber recibido la liquidación –se quiera que no- restó fuerza al Sindicato y muchos canales de lucha, en consecuencia, se fueron al abismo. Finalmente, el gobierno de facto y SME tienen muy pocas coincidencias y dudo asaz que lleguen a punto alguno de confluencia y, si bien no soy afecta a los escenarios apocalípticos ni me alimentan las imágenes del horror, creo que en algún momento se dará un brote de tensión y creo también que han sucedido ya más cosas de las que podemos humanamente digerir. No queda más que tratar de seguir informándonos por los medios más confiables.
En lo que a mí atañe, me siento avergonzada de pertenecer a esta sociedad mediática, individualista y acomodaticia que no sólo no se ha solidarizado con la legítima lucha de este sindicato, sino que los han atacado con los argumentos más viles y más rastreros, apelando a la falacia y desde la más completa desinformación (no me refiero a la información express que se consume en los noticieros; me refiero al conocimiento histórico sobre el sindicato, sobre el devenir de LyFC y –sobre todo- sobre las obvias intenciones del actual gobierno). Me siento, además, avergonzada conmigo misma por ser tan poco hábil y tan pequeña como para ayudarles, aunque humildemente –desde mis trincheras- trato de no cejar.
En fin, pura tristeza y desolación estos días; tus post, sin querer, le añaden más lobreguez al estado anímico que me ha acompañado estas últimas semanas, sin embargo, los leo. Lo que publicas, sigue siendo de lo más cuerdo y sensato -en muchos sentidos- que hallo en los blogs en relación a la vida pública de este desvencijado país.
Gracias por la catarsis.
Eleutheria.
No pues de nada Eleutheria, gracias a tí por considerar sensatas y cuerdas mis incoherencias.
La verdad es que si el ámbiente es lóbrego no queda más que escribir lobregueces. Ni modo, la hazaña ahora es sobreponerse a ese estado de animo y seguirle.
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