El muro

Un muro es cien veces mejor que una guerra
John F.Kennedy

Aquella vez que me tomé unas chelas con sus Sombrías Majestades en el Kantinflas, un congal de la Colonia Guerrero; el Bebé Doctor preguntó ¿qué es la Guerra Fría y yo sólo sonreí, entonces Amílcar empezó a dar una definición, lo cual me dió más risa porqué tal vez pareció que yo no sabía que era la Guerra Fría cuando ¡yo soy uno de los damnificados de la Guerra Fría!

En aquellos años era frecuente que los noticieros dieran cuenta de la pruebas de armas nucleares que realizaban las potencias, por lo que a pesar de que la Crisis de los misiles ya tenía una década de haber concluido para mucha gente una guerra nuclear no era una posibilidad lejana. Así que la justificación de Kennedy a la existencia del Muro de Berlín era de verdad un consuelo, digo, es mejor que se disparen palabras que bombas atómicas.

En ese clima de propaganda ideológica y de desinformación siempre llegaba el momento de tomar partido; en la memoria de los mexicanos se ha mantenido vivo el recuerdo de las múltiples agresiones que Estados Unidos ha perpetrado contra México , as´+i que para muchos la opción era clara: a favor del Bloque Socialista.

Yo nunca estuve en Alemania, vamos ni siquiera he salido del país, así que vivía en el fuego cruzado del bombardeo propagandístico de los dos bandos. Recuerdo que sobre el Muro, la parte socialista decía que era mentira lo de los alemanes fugitivos , que todos los días el muro era cruzado de un lado al otro por miles de personas pero que para la propaganda del Imperialismo yanki era más rentable documentar a los alemanes orientales que "se escapaban" que en realidad eran personas reclutadas por la CIA para hacer el numerito y que siempre los estaban esperando del lado occidental con cámaras y micrófonos para hacer la alharaca. algo así sucede hoy en Cuba, donde los cubanos pueden acudir a la oficina de asuntos de Estados Unidos y solicitar visa, pero para el Imperio es mejor desde el punto de vista propagandístico negar las visas y recibir a los balseros que logren llegar a las costas de La Florida, "Ley de pies secos pies mojados" le dicen a eso.

Cuando Gorvachov empezó con lo de la Perestroika y la Glasnost, a la izquierda mexicana se le empezó a mover el piso, Gorvachov decía que era por el bien del Socialismo, por aquí nada más pelábamos los ojos, pero cuando Lech Valesa inició la huelga con el sindicato Solidaridad, supimos que algo realmente apestaba en nuestras convicciones: a ver, si los obreros hacen una huelga en contra de un gobierno socialista ¿entonces no hay socialismo en Polonia? Socialismo obrero no, me dijo el profesor José Soto Correa. Y ese era el mero cogollo del asunto, lo que creíamos socialismo en realidad era la burocratización de la economía, del poder y la desintegración de las relaciones sociales, porque a pesar que el socialismo propugna por la solidaridad social, en un estado policial ésta se ve aniquilada cuando todo mundo tiene miedo que su vecino sea oreja del gobierno y que por un crítica velada se le haga pasar a uno un mal rato.

La caída del Muro para muchos fue como si nos quitaran el piso, pero nosotros, los de izquierda tenemos la ventaja de que nuestras convicciones nacen de nuestro interés por la gente, toda la construcción ideológica de izquierda se basa en que la gente tenga una mejor fortuna, oportunidades iguales, y bienestar para todos , muy diferente al egoísmo que fomenta la derecha, así que muchos hemos aceptado que no tenemos derecho a pedirle a nadie que construya el socialismo a costa de penurias y sacrificando libertades, así como no tenemos derecho de pedirle a los electricistas que así lo consideren a no ir por su liquidación.

La caída del Muro ha redefinido a la izquierda, tal vez no se llame socialismo al ideal de una sociedad equitativa en lo social y responsable en lo ecológico , pero esa ha sido la aspiración de siempre de la izquierda y por eso se lucha, de abolir el capitalismo ya pocos hablan.