Presentar ante los medios videos y grabaciones de llamadas telefónicas se ha convertido en un arma política , hasta el momento , el material obtenido clandestinamente y presentado ante el público no se puede usar legalmente como evidencia en ningún juicio, tenemos así que a Bejarano no le comprobaron ningún ilicito, toda vez que los famosos videos sólo muestran a Bejarano recibiendo dinero , que después se supo que era de Ahumada y como hasta la fecha no es delito recibir dinero de Ahumada , pues Bejarano y todos los demás andan libres.
Luego conocimos las grabaciones de Raúl Salinas cuando estaba en la cárcel y no pasó de allí. Luego lo del Góber Precioso , increiblemente exonerado por la Suprema Corte de Justicia ; y ahora las grabaciones del Secretario de Comunicaciones .
Siempre que sale material de este tipo en los medios , la atención se desvía hacia lo ético ( o más bien no ético) de grabar clandestinamente y difundir material así , luego sobre las motivaciones de quien facilita las grabaciones a los medios, luego las intenciones de los propios medios y bajo toneladas de palabras se ocultan los asuntos centrales (excepto en lo de Bejarano , que hasta González de Alba dijo que que bueno que hubiera grabaciones así para desenmascarar a los políticos y que ojalá hubiera más videos).
Tenemos entonces que en el asunto del Secretario de Comunicaciones se están enterrando cuestiones de gran importancia , como el hecho de que un funcionario de primer nivel como él tiene información de primera mano para asegurar que Salinas se robó la mitad de la partida secreta del presupuesto , en un verdadero Estado de Derecho ya estaría compareciendo ante los tribunales para exponer esa información. Otro asunto que , la mera verdad, sólo importaría a Calderón es aquelo de "mándame una carta como tuya para que yo se la enseñe al Presidente"; digo, tener un colaborador así de manipulador no me daría nada de confianza pero allá Calderón , ese es su pedo.
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