traumas

Tenía un hermoso color verde metálico , el diseño imitaba el de aquella vieja motocicleta Harley que usaban esos pandilleros -los Hell's Angels- creo. Con la llanta de adelante mas pequeña que la otra y montada en un eje inclinado, el manubrio muy acá como retorcido y un asiento mullido con respaldo completamente inútil pues para recargarse y alcanzar el manubrio habría que tener unos brazos larguísimos.
No era ergonómica pero linda sí, la bicicleta que los Reyes Magos le habían traído ese año al pequeño Memo. Aun no amanecía cuando salió en pijama a la calle con su bici nueva, la primera dificultad fue que para sus cuatro años la Skipper era demasiado pesada , pero después de sudar un poco alcanzó la calle. El siguiente problema fue subirse , se acercó al escalón que la vecina tenía para alcanzar la puerta ,y desde allí pegó el salto al asiento sólo para darse cuenta que sus cortas piernas no alcanzaban los pedales . Esto no desanimó al porfiado Memo . Ya para entonces otros niños habían salido a la calle a estrenar su patines , triciclos , patinetas y muchos volteaban a admirar la belleza en la que Memo intentaba iniciar su prometedora carrera de campeón desafiador del peligro.
-Creo que no sabes andar en bicicleta Memo-se acercó a decirle Yoanna la pesada niña de junto . El chico sólo le dirigió una mirada de desdén y torció la cadera al máximo para alcanzar el pedal derecho. Su pie tentaleó un poco y por fin encontró el pedal ,pisó con fuerza y Memo fue a dar al indiferente pavimento con la bici encima de él. Yoanna tocó a la puerta de la casa de Memo .¡Señora, señora . Memo se cayó!

Con un brazo y un tobillo enyesados , Memo escuchaba desde su cama el regaño materno , cuando terminó la diatriba con la sentencia :¡Y no vuelves a agarrar esa maldita bicicleta!, Don Guillermo , el padre de Memo le rascó cariñosamente la cabeza y con cierta complicidad en la mirada le dijo , cuando crezcas un poco yo te enseño a usarla.

Los niños crecen más rápido de lo sospechable y Don Guillermo se afanaba en convencer a su retoño de que pedaleara fuerte mientras el corría atrás de la bici empujándola por el respaldo . Pero el recuerdo del dolor de las fracturas era más convincente y Memo renunció a desafiar más el peligro .-Ya vámonos papá- y la Skipper se fue al rincón donde se olvidan las malas experiencias.

Diez años después Yoanna se había convertido en una jovencita hermosa e inalcanzable para Memo pues siempre andaba paseándose vertiginosamente en su bici de carreras . Memo recordó su vieja skipper y un afán conquistador borró de su mente los malos recuerdos. Fue a buscar su bici , pero el deslumbrante brillo verde metálico de antaño , era ahora sólo óxido , las llantas estaban desinfladas , el asiento cuarteado y al moverlo , el armatoste chilló más que un puerco en el matadero . Memo suspiró , se asomó a la ventana a ver pasar a Yoanna en su ajustada ropa de ciclista y pensó : No estoy listo para la democracia.