Como todo lo que sucede en el ámbito público de este país desde al menos 2018 hasta hoy, la gente no puede más que relacionarlo con su fanatismo o su odio a AMLO. Si se establece una política de salud _basada en evidencia_ durante su gobierno, la gente que odia a AMLO primero defenderá a las pobrecitas empresas multimillonarias que producen productos dañinos a la salud antes de aceptar que la maldita política es razonable y que la maldita OMS dice que es malditamente razonable.
De nuevo, si mañana AMLO dice que no está bien que los menores de edad se inyecten heroína, mañana los haters van a defender a LOS POBRECITOS CÁRTELES DE HEROÍNA y decir que "lideran la resistencia contra el KKs".
(De igual forma, si mañana AMLO sale abrazando otra vez a la Mamá del Chapo, sus fanáticos van a decir que inyectarse heroína no es tan malo y que el neoliberalismo nos ha hecho pensar lo contrario).
Ya voy a dejar este tema para disfrutar este hermoso sábado, pero me provoca mucho pesimismo ver hasta dónde hemos caído.
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