El segundo relato de El apocalipsis todo incluído de Juan Villoro se llama Confianza. Trata de un encuentro de sexo ocasional. El cuento inicia con el protagonista afirmando que nunca como en esa ocación le había exitado tanto ver unos pies femeninos.
Sé que hay culturas como la japonesa en la que partes poco usuales en esos menesteres como los pies son altamente eróticas. Alguna vez me preguntaron sobre que parte de la anatomía femenina me parecía la más erótica y mi respuesta no fue nada que pudiera calificarse como una exquisitez: el trasero y los pechos, mi interlocutor dijo: "eres directo"; lo que me sonó a "te vas al bulto".
Creo que es en el Mono desnudo de Desmond Morris que se explica por qué esas partes son los principales atributos eróticos de la mujer, es porque su forma de dos semiesferas juntas recuerdan a la vulva, de allí el éxito de los escotes y las blusas sin mangas. Las piernas también tienen muchos partidarios, es porque son el caminito...
En el caso de los pies el asunto se pone simbólico, tanto los pies, como la parte del cuello que las japonesas dejan al descubierto con el kimono representan la desnudez.
Pero volvamos al relato. El protagonista es casado, la chica de los pies eróticos está loca y después del encuentro sexual confiesa entre lágrimas haber asesinado a su marido para después quedarse dormida horas y horas.
No te digo más.
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