Verá usted, el 68 no es solamente la masacre del 2 de octubre. Lo más relevante del 68 fue el alzamiento popular que sin necesidad de partidos políticos y sin cabecillas (mesías, dirían algunos) logró una organización dinámica y eficiente, capaz de realizar lo mismo grandes manifestaciones que mítines relámpago por toda la ciudad, capaz de recaudar fondos y material para imprimir, publicar y volantear, brigadas para realizar activismo en barrios obreros y zonas rurales.
Usted dice "nunca más un 68", pero ha habido otros 68: en 1985 hubo otro 68 cuando la población tomó en sus manos las labores de rescate de las víctimas de la corrupción que evidenciaron los sismos del 19 y 20 de septiembre. En 1985, otra vez la población se organizó, recaudó, trabajó, alimentó y auxilió sin necesidad de ninguna elite.
Otro 68 ocurrió en otro 19 de septiembre; en 2017. Y hay otro más, otro 68 actualmente vivo: la comunidad de Cherán, que no le pide nada ni espera nada de ningún gobierno.
Por eso ni usted ni nadie debe decir "nunca más un 68", porque hace falta que sin necesidad de otro sismo, la población se mantenga conciente de su poder, se mantenga organizada y que haga para sí misma lo que no debe esperar ni pedir de ningún gobierno. Hace falta un 68 permanente.
68 por siempre. Nunca más un 2 de octubre.
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