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¿Qué se va a acabar primero?

jueves, 3 de octubre de 2019

López Obrador, Sheimbaum, los anarquistas, la policía.

Tanto Sheimbaum como López Obrador vienen del activismo social, es decir, del otro lado, de estar frente a las filas de policías. Por eso, ahora que les toca, no solamente estar detrás, sino a cargo de los cuerpos de seguridad, prefieren aplicar otras medidas antes que la fuerza policiaca en situaciones como las protestas.

En los últimos años hemos sido testigos de la actuación de los llamados grupos anarquistas y también hemos sido testigos de la actuación de los cuerpos policíacos dentro de las protestas, especialmente de los granaderos y de la casi desaparecida Policía Federal.

Como ejemplo de tales actuaciones recuerdo que en la última semana de Ebrard como Jefe de Gobierno se dio la toma de posesión de Peña y la batalla campal afuera de el Palacio Legislativo (más bien a espaldas; frente a la TAPO), en donde los cuerpos policiacos se vistieron de gloria gopeando, lesionando y apresando a personas que no se estaban manifestando violentamente y dejando ir a los que sí lo hacían. Esta situación se repitió a lo largo del periodo de Mancera.

Si tomamos en cuenta esos antecedentes podemos decir que las medidas tomadas por Sheimbaum fueron un éxito porque, aunque hubo acciones violentas, ni de lejos las batallas campales que sucedieron en años pasados cuando la policía ejercía mucha mayor fuerza que en la manifestación de este 2 de octubre.

Tal vez de todas las medidas aplicadas por la Jefa de Gobierno, la más dificil de evaluar es el cinturón de paz; es discutible afirmar que si no hubo más desmanes se debió a la presencia de los funcionarios con camiseta blanca. Pronostico que esta medida no volverá a repetirse nunca si se toma en cuenta que enfrente se tienen a grupos dispuestos a agredir a gente común no uniformada, no entrenada y desarmada.

Sheimbaum y López Obrador recibieron unas fuerzas policiacas en extremo ineficientes, han tenido casi un año para darle mejores capacidades pero por lo que se ve, todavía no confían en que si sueltan a la policia a la directa contención, confrontación y arresto en flagrancia de los violentos, no se repita lo ya vivido durante el periodo de Mancera.

Finalmente, de todo este asunto, lo que me deja un poco de esperanza es que poco a poco los grupos anarquistas se estén aislando y perdiendo (si alguna vez tuvieron) aprobación en su propuesta política. En la marcha de Ayotzinapa no me explicaba de que manera una librería podía ser una representante del Estado opresor, pero en la marcha del 2 de octubre me quedó clara la intención de de los anarquistas; la librería se llama Gandhi, un heroe pacifista, en la marcha del 2 de ctubre hicieron una pinta que decía "fuego a los pacifistas"; claro no es el Estado opresor el enemigo de los violentos, es el pacifismo que ayer demostró su poderío cuando un hombre mayor, aplicando una de las enseñanzas de Gandhi resitió con dignidad y a pie firme el que un anarquista le pintara la ropa y la cara, con su actitud el hombre demostró tener la superioridad moral que le da tener la razón y los anarquistas demostraron la debilidad que da no tenerla y por eso tener que recurrir a la violencia.


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