Tanto Lennon, como Mc Cartney y Harrison, asistieron a la Escuela de Arte de Liverpool, pero no concluyeron sus estudios. En alguna entrevista Lennon dijo por qué: "No me gustaba la actitud de los artistas".
Recordé eso mientras leía "La Gaviota", obra de teatro de Anton P. Chejov, en el que se relata la historia de un par de aspirantes a artistas, una quería ser actriz y el otro quería ser escritor. En sus inicios se encuentran con dos artistas consagrados que los marcan, no de la mejor manera, en sus aspiraciones.
También recordé un cuentecillo que todo chamaco que llegue a la hora de las decisiones sobre su porvenir debería escuchar:
Una vez, el Ballet Bolshoi realizó una gira por el inmenso territorio de la entonces Unión soviética, actuaron tanto en grandes ciudades como en aldeas; en una de esas aldeas perdidas en la inmensidad, una muchacha campesina se animó a abordar a la ballerina principal y le pidió que le aconsejara si debía iniciarse en el Ballet. La balerina le pidió que hiciera algún paso de ballet, cuando la chica lo hizo, la ballerina le dijo: "Este es mi consejo, olvide el ballet, busque un novio, cásese, tenga hijos y sea feliz".
Años después el Ballet Bolshoi hizo una nueva gira y volvió a actuar en la lejana aldea. La muchacha campesina volvió a hablar con la ballerina principal para agradecerle su consejo pues lo había seguido y era muy feliz. La chica le preguntó a la ballerina:"¿Cómo supo que yo no servía para el ballet?" y esta respóndió, no lo sabía, solamente era una pequeña prueba para que usted misma reconociera su propia convicción; cuando alguien está plenamente convencido de su vocación , no hay nadie que pueda hacerlo desistir, si usted desistió tan fácilmente con mis palabras quiere decir que no era su vocación el ballet."
En fin, si lees La Gaviota de Chejov, no esperes un final feliz.
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