Cuando Estados Unidos inició la guerra contra México, Abraham Lincoln era apenas un aspirante a una diputación. En ese entonces muchos norteamericanos consideraban injusta y deshonrosa la guerra contra México, copio aquí algunas declaraciones de políticos de esa época:
"Ese ha sido siempre el pretexto de todos los jefes de salteadores desde Nïmrod hasta nuestros dias... si yo fuese mexicano os habría preguntado: ¿Es que no teneis espacio en vuestro propio territorio para enterrar a vuestros muertos? si venís al mio os recibiremos con las manos tintas en sangre y sereís bien acogidos en tumbas hospitalarias". Senador republicano de Ohio.
"Así como una nación no puede escapar si el Omnipotente no lo quiere, que tampoco el Presidente recurra a ninguna evasión ni equívoco. Pero si, como sería de desear, puede demostrar que el suelo donde se virtió la primera sangre de la guerra era nuestro, entonces yo estaría con él." Congresista Abraham Lincoln.
Curiosamente, cuando Abraham Lincoln ya era Presidente y se había desatado la Guerra de Secesión, nombró jefe del Ejército Unionista a otro detractor de la Guerra contra México: El General Grant; "hijo de un curtidor de Ohio, Grant se había formado en la Academia militar de Estados Unidos haciendose oficial de carrera. Combatió en la guerra de México. (<
Antes de leer esta biografía ya sabía que la abolición de la esclavitud en Estados Unidos obedecía más a razones económicas que a éticas (que sí las había, claro), y tales razones eran que la economía del norte industrializado necesitaba mano de obra para crecer, pero esta mano de obra no podía ser esclava porque una de las tácticas de resistencia de los esclavos es el provocar pérdidas a sus explotadores mediante el sabotaje; las pérdidas en la economía agrícola del sur eran más o menos resarcibles, pero no es así para la infraestructura industrial norteña, es por eso que era necesario liberar a los negros para que pasaran de esclavos a obreros asalariados cuya existencia dependa del buen funcionamiento de su fuente de trabajo y eso les quite el motivo para sabotear.
Y así como la abolición de la esclavitud tenía razones económicas de peso, la guerra contra México también las tenía: Al independizarse, Texas restableció la esclavitud, y, al anexionarse a la Unión Americana fortaleció la posición estratégica, política, económica y militar de los estados esclavistas del sur. Los abolicionistas y unionistas temían que lo mismo pasaría con el resto de los territorios robados a México.
Según el autor de esta biografía, México no solo le debe a Lincoln el respaldo moral; el haber ganado la Guerra de Secesión impidió que los Estados Confederados se desbordaran hacia el sur y se apropiaran de México y del Caribe y restablecieran en estas tierras la esclavitud.
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