Cuando José Emilio Pacheco no era un escritor famoso, trabajaba en la editorial que le publicaba a Juan José Arreola.
Una vez le dijeron a José Emilio que fuera a la casa de Arreola y le pidiera el manuscrito del libro que se le publicaría porque Juan José ya se había tardado mucho y la editorial estaba deseperada con la tardanza. Le dijeron a José Emilio que si no volvía con el manuscrito no se preocupara en regresar.
Cuando llegó a casa de Arreola y le pidió el manuscrito, el maestro se llevó las manos a su encanecida cabeza y gritó que no tenía una sola línea.
Recuerdo la intensidad con que hablaba Arreola y me da risa nada mas de imaginarme la escena.
José Emilio tomó una libreta y una pluma y le dijo a Arreola; "de aquí no me voy sin ese manuscrito, así que empiece a dictármelo"; y Arreola le dictó a José Emilio Pacheco, Bestiario (me parece).
Tiempo después José Emilio Pacheco dijo; "Cuando me muera y Dios me pregunte qué hice en la vida, diré que fuí amanuense de Juan José Arreola".
Ahora tal vez te preguntes de qué te podrá servir conocer esta anécdota, la verdad no sé a ti, pero a mi me sirvió para ganarme el libro que Editorial Jus puso a concurso con la trivia "¿Quién dijo ser el amanuense de Juan José Arreola?"
Pues nah, que como yo conocía esa anécdota, envié la respuesta por e-mail y toma que me gano el libro.
Ahora que termine el que estoy leyendo me aviento el que me gané y te digo de que se trata ¿vale?
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