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¿Qué se va a acabar primero?

martes, 22 de marzo de 2016

Archipiélago GULAG. Alexandr Solyenitisin

"En una fase superior de la sociedad comunista, cuando la esclavizadora subordinación del individuo a la división del trabajo y con ello a la antítesis entre trabajo mental y físico haya desaparecido; cuando el trabajo se haya convertido no sólo en medio de vida, sino en la primera necesidad vital; cuando a la par con el desarrollo global del individuo hayan aumentado las fuerzas productivas y los manantiales de la riqueza colectiva fluyan más abundantemente, sólo entonces podrá rebasarse en su totalidad el estrecho horizonte del derecho burgués y podrá la sociedad inscribir en su estandarte: «¡De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades!»."

Karl Marx.

Acabo de terminar de leer "Archipiélago GULAG" de Alexndr Solyenitisin (tal vez has leido algunas de las citas que he publicado aquí de este libro últimamente).
No sé si este libro llega a mí en el momento adecuado o ya tarde. Se publicó en la década de los 70 cuando la Guerra Fría dictaba la política mundial y polarizaba las opinión de la población.

Ahora la gente tiene la teoria de la conspiración y las cortinas de humo, antes teniamos la propaganda, todo era propaganda en contra de uno u otro bando.

Tal vez por eso fue mejor que este libro llegara a mí hasta ahora que ya han pasado casi tres décadas de la disolución de la Unión Soviética y lo que antes parecía propaganda ahora parece explicación.

Alexandr Soljenitsin era un oficial del ejército soviético que luchaba en el frente durante la 2a Guerra Mundial cuando fue arrestado por intercambiar chistes sobre Stalin por carta con un amigo.

El libro relata su experiencia en prisión y la de otros presos con los que compartió celda y de otros más que conoció de oídas o a través de documentos obtenidos de manera clandestina.

El relato es más que brutal, es alucinante y ha producido en mí una especie de duelo.

Desde que Lech Walesa encabezó la huelga del sindicato Solidaridad en los astilleros polacos ya concluía yo que el sistema implantado por la Unión Soviética en su territorio y en los paises bajo su influencia no era socialismo, o por lo menos no era socialismo obrero.

A través de "Archipiélago GULAG" es posible conocer un sistema que, si se ha de llamar socialista, tendría que añadírsele el adjetivo burocrático-policiaco.

Para leer este libro hay que tener estómago de acero. El autor no solamente describe el sistema policiaco, judicial y carcelario de el estalinismo, también describe de manera descarnada las 52 formas de tortura que se aplicaban a los presos politicos para hacerlos confesar un complot previamente escrito por la policia y hacerlos firmar la confesión que los pondria por diez años o más en los campos de trabajos forzados.

Para el sistema soviético no era necesario que un acusado fuera culpable, de todos modos iba a confesar, lo que al sistema soviético le interesaba era cumplir la cuota establecida por Stalin de personas arrestadas.

Solyenitsin rastrea el sistema del GULAG y encuentra antecedentes desde el momento mismo de la creación del Estado Soviético por le mismísimo Lenin.

La élite política de la Unión Soviética pronto se dió cuenta de que para implantar el socialismo hacía falta financiamiento por una parte y por otra suprimir lo que tal élite diagnósticaba como costumbres burguesas pero que tal vez era nada menos que la naturaleza humana.

El bolchevismo encontró en el GULAG la solución a esos dos problemas. Por una parte se creó en la población un ambiente de terror; cualquiera podía ser procesado con cualquier pretexto e ir a dar con sus huesos a las heladas islas del GULAG; a través de esos mismo procesos se confiscaban los bienes de las personas , especialmente el oro, necesario para cumplir el acuerdo de paz firmado por Lenin con Alemania.

Cuando se encontraron los formidables yacimientos de oro en Kolimá (Siberia), el GULAG sirvió para deportar esclavos a esa inhóspita región de la que muy pocos volvían ya no digamos vivos sino al menos completos por las amputaciónes provocadas por congelamiento severo.

Tenemos entonces que el capitalismo financió su acumulación originaria con el saqueo y la esclavitud, ¿y el estalinismo? También.

El capitalismo funciona de maravilla en el papel ¿y el socialismo? también, pero ambos sistemas son un fracaso.

La pregunta que surge después de leer este libro es si esta generación o las futuras serán capaces de superar las lacras del capitalismo e implantar un sistema respetuoso de la libertad.

No sé si recomendarte este libro, es demasiado doloroso, pero si te animas a leerlo debes saber que no lo vas a disfrutar.



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