.

.

¿Qué se va a acabar primero?

sábado, 25 de abril de 2015

Censura

Fue Enrique quien me recomendó bajar de Descarga Cultura UNAM el Mp3 "Diálogo Literario" que es una conversación entre Mario Vargas Llosa y Sealtiel Alatriste acerca del proceso creativo que ha seguido Vargas Llosa en sus obras más importantes, toda la conversación es muy interesante, pero solamente quiero comentar ahora lo referido por el escritor peruano acerca de la censura a que fue sometida su novela "La ciudad y los perros".

Relata Vargas Llosa que para su publicación, esa novela fue enviada a España, en donde los censores le querían quitar páginas completas, entonces se entablaron negociaciones y quedó en que sólo se iban a cambiar ocho palabras.

Una de esas palabras era "cetáceo". Resulta que a uno de los personajes de la novela, un coronel, Vargas Llosa lo describió con "barriga de cetaceo". Los censores le explicaban que un coronel no era una persona cualquiera, que su rango representaba a la Institución y que describirlo de esa forma atentaba contra la Institución. Vargas Llosa propuso cambiar la expresión "barriga de cetáceo" por "barriga de ballena", y los censores ¡lo aceptaron!

Ésta anécdota me hizo reflexionar sobre la forma como el Poder ejerce la censura. A veces las obras censuradas pueden parecer inofensivas al común de las personas, pero para las élites resultan subversivas. Un ejemplo de esto, del que ya he hablado aquí es el cuento de Antoine de Saint Exúpery, "El Principito".

Durante la dictadura militar en Argentina era posible conseguir las obras completas de Marx en las librerias, pero "El Principito" solamente por medios clandestinos se podía adquirir.

A primera vista "El Principito" es un cuento para entretener a los niños, pero para los censores de una dictadura no pasan inadvertidas las corrosivas críticas a la autoridad, la propiedad, el Estado y al Capitalismo.

Podemos decir entonces que la censura hace una lectura muy atenta y profunda de las obras de las que se ocupa, pero además tiene una percepción casi paranoide acerca del efecto que tales obras producen en quien llega a conocerlas.

Otro ejemplo de esto lo relata John Lennon. En el marco de las protestas civiles por la Guerra de Vietnam, a Lennon y su esposa Yoko se les ocurrió ocupar sus millones en una campaña global contra la guerra en la que se emplearan recursos mercadotécnicos para que el mensaje pacifista llegara al mayor número de personas posible.

De esta manera John y Yoko mandaron colocar anuncios espectaculares con la leyenda "Feliz Navidad, la guerra ha terminado (si tú así lo quieres)", enviaron una carta junto con una bellota a los gobernantes de todos los paises y la actividad con la que pensban utilizar el poder de la prensa a favor de esta campaña, era la de hacer cosas locas llamadas "happenings" (tal vez hoy les llamarían performances), como quedarse dia y noche en la cama de una habitación de hotel platicando con los periodistas sobre la guerra, o metiéndose a una bolsa y cosas de esas.

Al principio ganaron las primeras planas, pero conforme intensificaban su campaña, las notas sobre sus actividades a favor de la paz se iban recorriendo a las páginas interiores y reduciendo el espacio hasta el punto de dedicarles tan solo unas cuantas líneas.

El punto es que para los activistas por la paz la campaña de los Lennon era intracendente mientras que para el Poder era tan peligrosa que se le aplicó la censura en los medios.

Pero el Poder no solamente temen al efecto en las personas que según sus nervios puede ser pernicioso para las élties, también creen que censurar es transformar la realidad. En el Gobierno de Peña tenemos un ejemplo de esto, desde el principio del actual sexenio se estableció como política guebernamental "sugerir" a los medios impresos el no colocar en la primeras planas notas y fotografías acerca de la violencia que ha venido desangrando al pais desde el sexenio pasado.

Tal vez Peña y sus secuaces piensan que si no se habla de ellos, los cárteles y la narcopolítica desaparecen, que si no se habla de las casas blancas, la corrupción y los conflictos de intereses desaparecen y si no desaparecen entonces hay que ir desapareciendo los espacios informativos que se ocupna de estas cuestiones como el noticiero de Carmen Aristegui en MVS.

Como sea, por lo que se ve la censura más que cuidar la moral y las buenas costumbres de la población, vela por la seguridad y permanencia en el poder de las élites políticas.

No hay comentarios.:

Temas afines que se han publicado en este blog:

Related Posts with Thumbnails