Peña jaló de aquí y de allá propuestas que se han venido haciendo desde le sexenio de Calderón por diversos especialistas y elaboró sus diez propuestas en materia de seguridad y combate a la corrupción.
Casualmente "olvidó" incluir entre las medidas anunciadas lo concerniente a transparentar el asunto de la casita blanca que trae pegado el asunto de la inmobiliaria de la que es dueño a través de un prestanombres y de como evitar en el futuro armar espectáculos (tristes por cierto ) como el montado por la mediocre actriz que es su esposa.
Hace ya algunas actualizaciones mencioné aquí la fabulilla del maestro Mojarro que repetiré ahora:
en una institución psiquiátrica los internos, sentados en torno a una mesa, hacen un gran ruido con las cucharas cuando quieren que les sirvan de comer, entonces los cuidadores colocan frente a los internos sendos platos sin comida. Ante esto los internos se apaciguan, cesan de hacer ruido y se disponen a esperar la comida en silencio, se pueden pasar horas esperando y la comida nunca llega.
Ante la demanda de la población de la presentación con vida de los 43 normalistas secuestrados, castigo a los culpables y el saneamiento del sistema político-judicial para que monstruosidades así no vuelvan a ocurrir, Peña nos pone los platos vacíos enfrente. ¿Nos sentaremos a esperar a que llene los platos?
Por mi parte le otorgo a Peña y sus diez medidas un voto de desconfianza.
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