Ganó televisa, perdió México; el camino de la impugnación llega a la anulación de la elección presidencial.

Aunque sé que las casillas nunca empiezan a funcionar a las 8:00, me gusta llegar a votar a esa hora porque es durante la instalación de las casillas cuando se nota más el grado de adiestramiento que logró el IFE en los cursos para los funcionarios de casilla.
En la casilla donde me tocó votar los funcionarios de la elección local estaban mejor entrenados que los de la elección federal, de hecho aquellos empezaron a recibir la votación una hora antes de que éstos lograran instalarse.

Fuí el primero de la fila, el primero en votar; tal vez por eso la encargada de ponerme la marca de tinta en el dedo no había logrado plena destreza con el marcador ese y mi dedo quedó sin tinta después de votar.

Después me formé en la fila de la elección federal, donde también fuí el primero. En esta casilla se presentó la contingencia de que una de las escrutadoras tuvo un accidente y se fracturó un brazo, por lo que no podía asumir sus funciones. La legislación prevé que en estos casos se le pide al primero de la fila de votantes que la supla, si éste no puede hacerlo o no quiere entonces al segundo y así hasta que alguien forme parte de los cuatro funcionarios de casilla.

Yo fuí el primero de la fila solamente porque la persona que llegó primero que yo aceptó ser el escrutador faltante, fue entonces que se pudo empezar la instalación de la casilla.

Cuando estaba en la mampara cruzando mis boletas me dí cuenta de que la presidente había arrancado mal las boletas, porque se debe quedar el talón en el block y mis boletas tenían el talón todavía sin desprender. Le dí a conocer su error a la presidente y tuvimos que desprender los talones, pero como ya había cruzado mis boletas en ese momento se cometió otra irregularidad al violarse el secreto de mi voto. En fin, allí estaban los representantes de partido y no la hicieron de pedo así que deposité mis votos en las urnas y salí de la casilla a las 9:35.

Me pareció notable que la mayoría de los funcionarios de casilla y representantes de partido fueran mujeres, posiblemente las mujeres tienen más disposición para participar y cooperar y mejor actitud cívica que los hombres.

Esta vez no quise estresarme siguiendo paso a paso la jornada electoral, así que dediqué el día a mis ocupaciones de costumbre y fue hasta las cinco de la tarde que me puse a escuchar el programa especial de Carmen Aristegui donde me enteré de que en el Distrito Federal ya se habían dado a conocer las encuestas de salida y Mancera había ganado con amplísmo margen. Por lo obtenido por Beatriz Pardes calculé que Peña había bajado sus porcentajes, pues como se ha visto en otras elecciones, la eleccion de Presidente jala a las otras elecciones, es a lo que se le llamó "el efecto Fox", por el cual distritos que nunca había ganado el PAN los ganó en el 2000 porque la gente que votó por Fox votó también por los demás candidatos del PAN, de tal manera que se esperaría que el "favorito" Peña jalara el porcentaje de Paredes pero no fue así, de hecho Paredes saca 5 puntos menos de lo que Peña sacó en el D.F.

Carmen dió cuenta de irregularidades en muchos lugares, el pedo de las casillas especiales tomadas desde las 6:30 de la mañana por acarreados que impidieron votar a mucha gente. Calculo que si esto fue una maniobra premeditada y generalizada son como 671250 boletas en las 890 casillas especiales que se instalaron en todo el país; basta con checar a quien se le adjudicaron los votos depositados en las casillas especiales para saber quien orquestó la maniobra.

Ya en la noche Josefina Vázquez Mota reconocía su derrota ¡sin cifras oficiales! indudablemente fue una medida de presión para que López Obrador reconociera el resultado, lo mismo fue la aparición de Quadri; una medida de presión.

Al parecer López Obrador está siendo presionado por todas partes, incluso por los líderes de la izquierda: Cárdenas, Ebrard y Camacho Solís destacadamente. Hoy Peña dió a conocer cuales han sido los presidentes de otros paises que le han enviado felcitaciones, también con el propósito de presionar a Andrés Manuel.

Pero el magnífico terco que es López Obrador ha resistido la presión y ha iniciado el camino de la impugnación de las elecciones por la descomunal compra de votos y por el apoyo de los medios de comunicación a Peña; impugnación que tiene como meta la anulación de la elección presidencial pues si se logra presentar al Tribunal electoral las pruebas contundentes de que la compra de votos y la acción de los medios de comunicación fueron determinantes para el resultado de la elección, el Tribunal electoral tendrá que dar por nula la elección toda vez que la compra y coacción del voto son delitos electorales que descalifican la elección.

El pedo va a ser que se pueda comprobar contundentemente que más de tres millones de votos fueron comprados o producto de la coacción, pero Andrés Manuel llegará hasta esa última instancia y aunque no se logre anular la elección el cuestionamiento a la legitimidad de Peña será un fardo durante el próximo sexenio como lo fue para Calderón.