Ratzinger en su visita a México; una furibunda ofensiva contra el Estado Laico

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, fué una de las mayores enseñanzas que Jesús el Cristo dió a sus discípulos que posteriormente fundaron el cristianismo y que derivó en catolicismo; enseñanza sepultada en las catacumbas del Vaticano pues la Iglesia Católica siempre ha sido ente activo en la política usando como arma de presión lo que es de Dios para servir y servirse del César.

Política es la intención de Ratzinger en su visita a México; una furibunda ofensiva contra el Estado Laico fundado por Benito Juárez, por cierto, significativo resulta que se haya escogido para su visita la semana en que se conmemora el natalicio del Benemérito.

Para el liberalismo político de la generación de Juárez el individuo es el centro del Estado y todo aquello que vulnere su libertad atenta contra el progreso. Las épocas en que la Iglesia Católica se ha colocado como el factor principal de poder dentro del Estado han sido las más oscuras para la libertad del individuo, es en esas épocas cuando se le han conculcado todas las libertades incluídas la de pensar y la de creer.

Desde que Salinas de Gortari, necesitado de la legitimidad que las urnas no le dieron, le dió personalidad jurídica a las iglesias, la Católica se ha venido empoderando, curiosamente en relación inversa al descenso del número de sus feligreses, tal vez porque la búsqueda del poder a toda costa mina la autoridad moral. Bien que sabía lo que decía Jesús el Cristo con la advertencia con la que inicia esta entrada.

Autoridad moral disminuída además por que dentro de la Iglesia Católica han recibido salvajes agresiones sexuales millares de niños y porque buena parte de la situación violenta en México actualmente se debe a que ha sido esta iglesia la que ha apapachado a los narcotraficantes y le ha lavado sus cuantiosas limosnas .
No es extraño que Calderón y el PAN, antijuaristas y procatólcos le rindan pelitecía al máximo jerarca del catolicismo, lo que si cala es que el juarista López Obrador, con tal de ponerse bajo el fuego de la ultraderecha, convalide el ataque al Estado Católico que es la visita de Ratzinger.