Algunos meses antes del asesinato de Osama Bin Laden había el rumor de que ya los servicios de inteligencia norteamericanos lo tenían localizado pero que Obama estaba esperando el momento políticamente oportuno para capitalizar la ubicación de Bin Laden. Al ocurrir el desenlace de este asunto se ha hecho evidente que el asesinato de Osama le ha redituado políticamente a Obama buenos dividendos en sus aspiraciones hacia la reelección.
Tal vez algo así está maquinando Calderón; desde hace mucho tiempo corre el rumor de que todo el mundo sabe en donde está el Chapo Guzmán y nadie se explica por qué no es aprehendido. Tal vez porque se espera un momento políticamente oportuno y posiblemente éste llegará cuando se inicien las campañas rumbo a las elecciones de 2012.
El problema que yo veo es que en muy poco tiempo se pueda lograr que la población perciba a el Chapo como el enemigo público número uno. Para el pueblo norteamericano Osama era el enemigo público número uno, pero al parecer no sucede lo mismo en el caso del Chapo y la población mexicana; es más, mucha gente todavía afectada por la propaganda falangista en contra de López Obrador considera que éste político tabasqueño es el culpable de todo lo malo que ocurre en México ¿podrá Calderón crear la imagen de un Chapo culpable de todos los males de México? ¿Redituará electoralmente su aprehensión? Definitivamente conoceremos las respuestas a estas preguntas dentro de algunos meses.
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