En algún momento de la Historia, las huelgas de hambre fueron acciones de presión formidables, concretamente en tiempos de Gandhi. Pero pasado el tiempo se ha ido desgastando esa forma de presión; al parecer además de la huelga de hambre hace falta que la información sobre alguien que se pone en huelga de hambre sea recogida por la prensa internacional y que estén machaque y machaque, ese fue el caso de las recientes huelgas de hambre en Cuba, en la que un huelguista murió y el otro logró que el régimen cubano liberara a una buena cantidad de presos políticos.
Es curioso como un régimen con fama de autoritario tuvo finalmente más sensibilidad que un gobierno que se jacta de democrático y respetuoso de los Derechos Humanos como el de Calderón al que le valió madre la huelga de hambre de los electricistas y que no da una solución real y satisfactoria al conflicto que él mismo creó.
Tal es el desgaste de las huelgas de hambre que ya hasta se toman de cotorreo, como la que hizo Salinas de Gortari que duró desde que se terminó su desayuno hasta que ya le habían servido su plato a la hora de la comida; o la de la enajenada Estibaliz Chávez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario