Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

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lunes, 25 de octubre de 2010

Pataleo

La paciencia todo lo alcanza

Precisamente la historia siguiente tuvo lugar en un cubo de leche.

Dos ranas encontraron un cubo lleno de leche y, guiadas por la curiosidad, se acercaron tanto al borde que acabaron cayendo dentro. Desesperadas, intentaron salir para no morir ahogadas, pero siempre terminaban resbalándose. Una de ellas dijo entonces a la otra, después de varios intentos fallidos:

—¡Vamos, nada deprisa, y no dejes de mover las patas, o te hundirás!

Durante un tiempo nadaron con fuerza, hasta que la otra rana, cansada del esfuerzo, empezó a dar muestras de debilidad, quejándose y lamentándose. Su compañera, sin embargo, seguía animándola para que no dejara de nadar. Al cabo de un tiempo más, la rana con menos voluntad volvió a quejarse:

—No puedo más. Estoy muy cansada. No resisto tanto esfuerzo. Creo que me voy a hundir.

A pesar de las palabras de ánimo de su compañera, la rana más débil dejó de mover sus patas, y se hundió, ahogándose. La otra, al ver que se había quedado sola, continuó en su esfuerzo, a pesar del cansancio que sentía.

Transcurrió así algún tiempo más, y la rana estaba a punto de desfallecer cuando se dio cuenta de que la leche empezaba a espesarse: batida por el movimiento de sus patas, se había convertido en nata. Al darse cuenta de esto, la rana pudo, al fin, terminar su esfuerzo denodado, sin peligro de morir ahogada.

Y algo más: atraídas por la nata, acudieron muchas moscas, con las cuales la rana se dio un auténtico festín.

Fuente:Fábulas

Bueh, yo me la sabía con moscas, pero de todos modos esta es una de mis fábulas favoritas. me parece que nos deja una gran enseñanza. Hace poco en Facebook puse el enlace de un artículo de Sergio Aguayo sobre el costo de lo que se nos da como democracia; alguien me dejó el comentario de que siempre ha sido así y tales cosas ya no sorprenden. Yo creo que cuando dejamos de sorprendernos por las desmesuras del poder en este país contribuimos a eternizar tales desmesuras , por eso no debemos dejar de patalear, alzar la voz, manifestar nuestra inconformidad, claro , lo podríamos hacer de manera más eficiente que sólo dejar constancia de nuestro pataleo en un blog, por eso secundo la moción de Eleutheria. Y ánimo que la salación no es pa'toa la vida.

¡Muera el mal gobierno!

7 comentarios:

Eleutheria Lekona dijo...

Oye, por cierto, la versión que yo me sé transforma a la leche en mantequilla y, sí, una fábula buena.

Eleutheria Lekona dijo...

Yo participo en este frente:

http://frente-ind-neorevolucionario.blogspot.com/

Si alguna vez tienes interés, avisa. Nuestro frente está intentando construir células. Ya hay una en Zumpango. Tal vez desde tu localidad puedas presidir -aunque la idea de presidir ya es, en sí, inadecuada, pues es un frente civil incluyente y sin protagonistas- alguna.

Bueno, allí está y también puedes encontrarnos en Facebook. Aunque, en realidad, lo de menos es dónde y con quién participar; lo fundamental es participar y hacer, desde donde uno pueda hacerlo.

Saludos...

Indio Cacama dijo...

Es cierto, mantequilla.
Veremos

El Signo de La Espada dijo...

Me recordó un chiste de un tío que estaba estorbándole el paso a un trailero que le estaba pitando durísimo, entonces el vato se bajó se bajó de su vocho y le dijo al trailero:

"la paciencia todo lo alcanza, Lao Tse, el Tao Te King"

y entonces el del trailer se bajó y le dijo al del vocho:

"vete a la chingada, Octavio Paz, el laberinto de la soledad"

Manuel dijo...

La esperanza es lo último que muere.....

Indio Cacama dijo...

Es bueno Signo, se lo voy a pasar a Já que hace mucho no actualiza.

Bienvenido Manuel,supongo que apenas desempacanado.

Manuel dijo...

Así es, a la realidad otra vez y muy contento.

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