En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro: "¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?" Y estaban desconcertados. Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los pueblos vecinos.
Marcos 6,1-6
Esta vez me tocó un taxista panista y al pasar frente al Palacio Legislativo de San Lázaro empezó a comentar sobre el asunto del diputado Godoy, se puso a denostar la calidad de los legisladores , pero cuando dije que Godoy había logrado entrar a la Cámara de Diputados frente a las narices de 100 policías federales y que los alcaldes acusados ya habían salido casi todos porque el gobierno de Calderón no pudo presentar pruebas de sus acusasiones, inmediatamente cambió el tema.
Dijo que Javier Hidalgo era un ratero, que posee muchos departamentos en el Centro de la Capital, que Alejandra Barrales es una pendeja y que tiene un avión, que Ebrard es un inepto, que lo corrieron por inepto. Le recordé que fué Fox quien lo destituyó y que tomó como pretexto el linchamiento de los policias en San Juan Nomeacuerdoqué, pero que por los mismos motivos no va a ser destituido nadie en Chihuahua; entonces empezó a cuestionar los méritos de los arriba mencionados: "¿a ver, quién era la pendeja de Alejandra Barrales?" Y luego arremetió contra López Obrador: "¿A ver, ese quien era? Si yo lo conocí, era achchincle de..."
A lo que respondí: "Calderón era achichincle de Castillo Peraza y además Fox lo destituyó dos veces, primero de Banobras y luego de la Secretaría de Energía, aquí me bajo ¿Cuánto le debo?- ¡treinta y cinco pesos!- contestó.
Me pregunto si empezar una carrera política desde abajo no es meritorio. ¿Qué quieren algunas personas? ¿Gobernantes nacidos ya príncipes? Que traigan otra vez a Maximiliano entonces.
¡Muera el mal gobierno
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