I
Me hubiera gustado aprender a bailar, de hecho lo intenté, Dios sabe que lo intenté; pero muchas circunstancias me lo impidieron.
Primero mi propensión a la ansiedad hacía que me sudaran las manos en cuanto tomaba a mi pareja por la cintura, dejar empapada la ropa y la mano de una chica es muy bochornoso. Luego las muchachas rechazaban mis solicitudes para bailar; eso me encabronaba, digo ¿no que a las mujeres les gusta bailar? ¿entonces por qué desperdiciar la oportunidad?
Después de eso las fiestas se convirtieron para mí en lo más aburrido que pueda existir. De todos modos nunca pude lograr una coordinación con mis parejas de baile, más parecía que luchabamos estilo judo que bailaramos; a veces me decían "estás muy tieso, mueve la cadera". Nunca me explicaron que para mover la cadera hay que mover las rodillas y la cadera se mueve sola, esto lo supe hasta hace muy poco, así como el hecho de que los zurdos no son buenos bailarines, y que para enseñarles a bailar es necesario colocarse a sus espaldas.
II
Dentro de Palacio Nacional las palabras describían un país lleno de realizaciones, de avances, de progreso; las palabras describían un futuro luminoso; las palabras diseñaban la esperanza.
Pero apenas traspuestas las vallas metálicas la realidad se imponía, contradecía y pulverizaba las palabras.
Después de las vallas, los aplausos adentro de Palacio se trocaban mentadas de madre para Calderón de parte de los compas del Sindicato Mexicano de Electricistas. Por cierto ¿en qué se parece el SME al Secretario de Marina? En que los dos apelan a la sensates de los insensatos. El Secretario de Marina pidea los criminales que no atenten contra la población civil durante los festejos patrios y el SME quiere que Calderón les conceda una audiencia ¡qué le pueden decir a Calderón que no sepa y que no le valga madre respecto a Luz y Fuerza.
Pero las palabras seguína y la terca realidad contradecía. Mientras Calderón hablaba, muchos mexicanos cruzaban sin documentos la frontera norte en busca de empleo, y Calderón hablaba, en tanto que microempresas se declaraban en quiebra, Calderón no cesaba de hablar cuando miles de egresados de todos los niveles educativos solicitaban trabajo infructuosamente, Calderón no callaba mientras muchos mexicanos no completarían este día la cantidad de calorías mínimo recomendado por la Organización mundial de la Salud; Calderón hablaba, la realidad contradecía.
Es posible cuantificar el nivel de contradicción entre la realidad y las palabras, así lo hacen los especialistas que puedes escuchar en este audio
1 comentario:
para mover las caderas se necesita mover las rodillas?
me habian dicho que para mover las caderas no se debian mover las rodillas.
me siento engañado :S
por eso solo bailo lo que se puede bailar sin ningun asomo de habilidad motora
jajajajajajaja
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