Recuerdo que para celebrar a la patrona del barrio, se instalaban en la calle de La Luna (costado sur de la plaza) juegos mecánicos, frente a la parroquia puestos de comida: pozole, pambazos, tostadas, quesadillas, pan de ese que venden en las ferias y que mi abuelita le llamaba de San Juan y otras personas le dicen pan de fiesta, también vendían buñuelos, tamales y atole, café y ponche.
Se ponía de ambiente el 2 de agosto, los chavos solían correr por entre los juegos mecánicos y arrojar cascarones rellenos de confeti o de harina a la muchedumbre, a veces esas correrías se convertían en batallascampañes donde se obviaban los cascarones y la harina era arrojada a puño limpio.
Al respecto recuerdo dos anécdotas: La primera tiene que ver con mi padre, cuya vocación de comerciante no descansaba ni en los días de fiesta , así que salió a la plaza a vender confeti, lo puso en un montón sobre un cartón en el pavimento , pero luego empezó a soplar un viento muy fuerte y se llevó buena parte del confeti.
La otra anécdota es sobre el párroco, que en la homilía de un dos de agosto recriminó a las personas que juegan a arrojarse harina -no es debido- dijo- porque la harina es para hacer pan , es decir alimento, y no debemos tirar el alimento.
Una hora después, cuando la batalla campal de harina estaba en su apogeo, vi llegar a un hombre completamente cubierto de harina, la señora de los buñuelos exclamó. ¡Ay padre, ya no respetan. ¡Ya nos llenaron estos..! Exclamó el párroco enharinado.
II
En la relación sado-masoquista de el padrote y la prostituta es común la escena en la que el padrote le regala un vestido a la mujer que explota y ésta se siente feliz por el regalo comprado con el dinero que ella ganó vendiendo su cuerpo, su pudor y su honra.
En la relación sado-masoquista del gobierno de Calderón y el pueblo de México ocurre algo parecido:
el gobierno invirtió mil 100 millones de pesos en la construcción de la Expo Guanajuato Bicentenario, exquisito regalo para todos los mexicanos.Claro mil 100 millones que no salieron ni del bolsillo de Lujambio ni del de Calderón, salieron de los raquíticos bolsillos de los mexicanos que reciben el "regalo".
Alonso Lujambio, Secretario de Educación Pública
3 comentarios:
Dos de Agosto, Nuestra Señora de los Ángeles y empieza la temporada de chiles en nogada en Puebla....
Me gustó tu anécdota.
jajaja, no había visto a la relación del presi con el pueblo como una relación sado-maso, pero da bastante que pensar.
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