La utilidad del arte, El Quijote,Los Miserables, los candidatos y la escuela pública.

I
Una vieja discución con los darkis aquellos fue la de si el arte sirve para algo, había chavos muy radicales que sostenían que el arte para serlo debía ser completamente inútil, yo siempre tuve mis dudas, hasta el día de hoy las tengo; por ejemplo el arte religioso sirvió, cuando la población era mayoritariamente analfabeta, para catequizar, y así hay diversas obras que desde su concepción persiguen un fin práctico y aún así son arte.

La literatura también es un ejemplo de esto, alguna vez le preguntaron a Octavio Paz que para qué servía la poesía y el poeta respondió: Para ser humanos.

En una ocasión el crítico de cine Gustavo García se quejaba de la guarrez que ha hecho presa de las nuevas generaciones, que ya no se cuidan de no decir improperios en presencia de mujeres o niños, que escupen o se sientan en el piso de los vagones del metro o que cuando alcanzan asiento no se lo ceden ni a su abuelita, entonces el crítico formuló una hipótesis sorprendente de porque ocurre ésto: porque las nuevas generaciones ya no leen El Quijote.

Es decir, según Gustavo García, la lectura de la obra cumbre de las letras hispanas ha servido para formar en los lectores principios, ideales y formas de conducta y convivencia caballerosas, entonces el arte sí sirve para algo.
II
En 2006, en plena campaña electoral, un blogero escribió que no votaría por López Obrador por haberse negado en una entrevista con Brozo a contestar preguntas de cultura general, ese blogero tenía muy presente las burradas de Fox y Marta (José Luis Bogués y La Rabina Gran Tangore), y por eso le negó su voto a Andrés Manuel por que interpretó el gesto en la entrevista como miedo a aparecer como inculto.

Me gustaría que en adelante a los candidatos a un puesto de elección popular se les preguntara si han leído El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y además una obra fundamental para gobernar bien: Los Miserables, claro de Victor Hugo.

Recuerdo un discución en el programa Primer Plano, mejor conocido como Los Hombres de Negro, en la que el difunto Carlos Castillo Peraza (mentor de Calderón) se decía partidario de aplicar la ley a rajatabla, sus interlocutores trataban de hacerle ver que el Sistema de Justicia debe hacer consideraciones sociales a cada momento por lo que había que aplicar el espiritu de la ley antes que la letra. Indudablemente en Los Miserables un lector atento y sensible aprendería muy bien eso.

El problema es que las grandes obras de la literatura están actualmente fuera del sistema educativo, digo si a cargo está la autora del bodrio ¡Dios mío hazme viuda!, tan ignorante que no encuentra diferencia alguna entre Octavio Paz y Carlos Fuentes, no me extraña entonces que los textos en primaria y secundaria sean de autosuperación y que los autores de cabecera sean Cuauhtémoc Sánchez y compañía. No por nada Calderón pondera tanto a las escuelas privadas, porque de su cuenta corre el deterioro de la calidad de la escuela pública.