Puedo entender que la realidad mexicana agobie de tal manera que muchas personas busquen con avidez 90 minutos de evasión. Puedo entender que un espectáculo de calidad internacional brinde tantas emociones a los espectadores que reaccionen con gran intensidad a cada momento.
Lo que nunca he entendido es la identidad que el fanático del futbol establece entre México- es decir el país comprendido dentro del territorio que va desde el Río Bravo hasta el Usumacinta y que es producto de siglos de Historia-, con un grupo de 11 personas que obviamente no son México, pero el fanático asegura, jura y perjura que sí. Esquizofrenia colectiva.
Todo lo que sucede respecto a la Selección Mexicana de Futbol; es decir su organización, las decisiones para integrarla desde el cuerpo técnico hasta los jugadores, la planeación de los entrenamientos, los torneos, la comercialización , la administración y el reparto de las ganancias, todo eso es un gran negocio millonario y privado en el que el papel de los seguidores de la Selección es aportar el dinero vía consumo de los productos de los anunciantes, claro también está la taquilla, para recibir el producto llamado Selección Mexicana de Futbol que a sus seguidores les deja más decepciones que satisfacciones por lo que es una insana exageración, tanto las celebraciones cuando gana como las pataletas cuando pierde.
Evadirse 90 minutos pasa, pero cuando el árbitro da el silbatazo final la realidad sigue allí.
2 comentarios:
Realmente expresas mi propio sentir.
Totalmente de acuerdo.
(Y me caen gordos los que dicen: ¡Ganamos! como si hubieran jugado, jaja.. la esquizofrenia supongo)
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