Cuando escribí la entrada México: decadencia industrial e intento de reforma laboral, dejé en el teclado (por no decir en el tintero, ya que no uso tal recipiente, jeje), un razonamiento del maestro Benito Rey.
Primero quiero introducir un concepto que es caballito de batalla en los negocios: El financiamiento. El financiamiento es deuda, en una economía sana un negocio obtiene mayores ganacias si se financia con dinero ajeno. Explico: Si para iniciar un negocio se requieren dos pesos (manejo cantidades pequeñas para simplificar los cálculos), y esos dos pesos son aportados por dos socios, un peso cada uno y por ese negocio obtendrán una ganacia del 50% de lo invertido, entonces a cada uno de los socios les tocan cincuenta centavos de ganancia ¿verdad? Pero si los socios deciden que pueden hacer un negocio más grande si invierten otros dos pesos, van al banco, piden un crédito por dos pesos y el banco les cobra digamos...10% de interés. Hacen su negocio de cuatro pesos, obtienen dos de ganancia que sumadas al capital inicial hacen seis pesos, de allí pagan su deuda que es de 2.20, y les quedan 3.80, es decir con sus dos pesos ahora tiene una ganancia de 1.80 y a cada socio les tocan 90 centavos en vez de los 50 que les hubiera tocado sin financiamiento.
Ahora sí el razonamiento del maestro Rey: El dinero que el banco les presta, tiene un origen en México: es dinero público. Es dinero que el gobierno toma de los impuestos y a través de Nacional Financiera lo entrega a los bancos para que se lo presten a los emprendedores. Luego el origen de las ganancias es el pueblo consumidor y trabajador: empleado y cliente de los empresarios. Pero el destino de las ganancias no es el pueblo sino un puñado de personas que no sólo sacan provecho de la necesidad y el trabajo del pueblo sino que además lo desprecian, y que en la actualidad están intentando escamotearle aún más sus ingresos y prestaciones. ¿Es justo eso?
2 comentarios:
Hay lugares en que te prestan el dinero sin intereses con tal de que generes capital y te cobran por guardarte el dinero en el banco. Claro, nosotros preferimos por convicción resentida ser tercer mundo, aunque envidiemos el trabajo y las ganancias que hacen crecer esas economías
Ah yo creí que hablabas de lugares en México. No manuel, no creo que ningún mexicano fuera de los beneficiarios del IPAB/FOBAPROA, estén muy a gusto con el sistema finaciero mexicano.
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