La guerra es paz.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.
El Gran Hermano te vigila.
1984. George Orwell
En la novela-ensayo 1984, Orwell describe las técnicas de control de la sociedad que han logrado desarrollar las oligarquías. Técnicas basadas en la manipulación de las emociones más primitivas de el animal humano; el miedo, el odio y el instinto gregario. La cita de allá arriba era el lema en el que basaba su actuar el estado totalitario descrito por Orwell.
Basta examinar la política seguida por Calderón desde el primer día de su gobierno para darse cuenta de que la pesadilla orwelliana es el proyecto de Calderón:
La Guerra es la Paz. Las reacciones de un individuo con miedo son previsibles, por lo tanto controlables , entonces todo lo que el Estado totalitario tiene que hacer es establecer un permanente estado de miedo en los individuos sobre los que ejerce el control; la guerra es entonces una necesidad de Estado porque es la manera más fácil de inducir el miedo y el odio (que es la cara activa de el miedo). De esta manera el individuo con miedo busca la seguridad que el Estado totalitario le promete con la condición de una total sumisión. Es en este precepto que se inscribe la Guerra de Calderón contra el narcotráfico, la campaña electoral y el manejo sensasionalista del brote epidémico de influenza A.
La libertad es la esclavitud.El sistema económico vigente establece que unos pocos se apropien de la riqueza generada por el trabajo de la mayoría de la población a cambio de otorgar a la población el mínimo de recursos para que puedan apenas sobrevivir, en el proyecto de Calderón la caída del salario y la amenaza de el desempleo pesan sobre el individuo de tal manera que se sienta afortunado si puede llevar un mendrugo a su familia .
La ignorancia es la fuerza. No basta con controlar la conducta del individuo, hay que controlar sus pensamientos , para lo cual es necesario suprimir en el individuo la capacidad de pensar. Esto se logra con lo que Orwell llama el Neolenguaje, los idiomas inventados por la humanidad tienen en común su ambigüedad, esto es que una misma palabra puede designar cosas diferentes y por otra parte una cosa puede ser designada por diferentes palabras, esto da por resultado la fantasía, la poesía y el pensar, porque una idea nueva para la que aun no hay una palabra que la designe puede ser expresada mediante analogías, alegorías o metáforas. En cambio, si no hubiera ambigüedad, si para cada cosa hubiera sólo una palabra y no se pudiera usar otra, entonces no habría manera de pensar nuevas ideas; por ejemplo:
triángulos obscuros incesantes
En el neolenguaje esa metáfora de Jaime Sabines sólo tendría sentido en una clase de geometría, no habría la posibilidad de imaginar una vulva y maravillarse por la belleza de la expresión de Sabines.
En el proyecto de Calderón las mentes de las nuevas generaciones están siendo formadas (o deformadas) por el neolenguaje, de tal manera que el vocabulario de los egresados del sistema educativo se reduce cada vez más , así como el hábito por la lectura y el gusto por la poesía y se colocan cada vez más retenes al hábito de pensar, por ejemplo en todas las escuelas son cada día más socorridos los exámenes de opción múltiple, de tal manera que el estudiante no tiene que pensar , ni razonar, mucho menos redactar una respuesta, basta con rellenar un ovalito y ni siquiera tiene que saber la respuesta correcta , con un poco de suerta acertará.
En los medios de comunicación el neolenguaje cobra cada vez más fuerza: en el periódico derechista Reforma ya no se usan los artículos para los encabezados; en todas partes se han eliminado los números ordinales; ya no se dice "Sexagésima Legisatura". ¿Por qué ha de haber dos palabras para designar el mismo número? basta con decir "Sesenta Legislatura", y eliminamos ambigüedad al idioma y capacidad de pensar en la población.
Cada vez que hay que hacer ajustes en el presupuesto es en el rubro de Educación donde primero se recorta ¿no es éste un dato significativo?
2 comentarios:
Creo, además, que la sentencia "La libertad es esclavitud" tiene otra explicación en nuestra sociedad. Te explico mi punto de vista.
Creo que el libre mercado (la libertad de comprar y, sobre todo, consumir lo que queramos) da a los individuos la sensación de libertad (una libertad que, en realidad, no lo es).
El humano se cree libre porque es libre, por ejemplo, de comprarse un ipod, jugar cualquier juego nocivo del play III, ver un programa nefasto de Televisa, escuchar a un Ramones decir soeces en la tele para luego pensar, "Oh, dios mío, sí que somos libres, esto estaba prohibido antes", elegir entre leer el "Reforma" o "La Jornada", etc.
Sin embargo, la realidad es que todo esto sólo refleja el alto grado de esclavismo que padece nuestra sociedad; esclavismo que, además, favorece a los grandes magnates del libre mercado (ellos son el súper estado orwelliano).
Creemos que somos libres cuando compramos un ipod porque creemos que es algo que deseamos y que, en todo momento, podemos –con arreglo a nuestra voluntad- acceder a él; pero, en realidad, un ipod es un necesidete, es decir, un objeto del que podemos, perfectamente, prescindir sin que ello afecte nuestra vida y, sin embargo, la publicidad nos hace pensar lo contrario: un ipod es necesario porque sin él no podemos escuchar nuestra música favorita sincronizada desde nuestro itunes. Y algo similar ocurre con los otros ejemplos.
Entonces, el ejercer esa supuesta libertad que nos permite comprar un ipod o jugar un videojuego nocivo o ver por TV a un hombre vulgar diciendo soeces… Todo eso lo hacemos, porque si no lo hacemos, creemos que no somos libres y, en consecuencia, nos volvemos esclavos de unos deseos y necesidades que, de origen, no son nuestros, sino que nos han sido impuestos por el mercado, el stablishment, el sistema o como se le quiera llamar. Así que, es cierto, “La libertad es esclavitud”. Creo que así es.
Saludos…
Sí , esa interpretación es muy justa.
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