El narcotráfico no puede existir sin la complicidad y protección de las autoridades; ésto es un axioma en México. El primer eslabón de la autoridad, el que se encuentra en la línea de fuego es la policía, de eso hasta calderón se da cuenta , por eso ordenó en enero de 2007 un operativo en Tijuana, en el que militares desarmaron a la policía local.
El acto fue rápidamente aprendido por el crimen organizado que en febrero de 2007 hizo lo propio en Guerrero.
De esta manera el crimen organizado envía a sus huestes debidamente caracterizados de militares o policías a sorprender a verdaderos policías y militares, el más reciente de estos lances ocurrió en Zacatecas.
En Michoacán , en el operativo en el que se ejecutó una "orden de presentación" de alcaldes y funcionarios del gobierno local , el Gobernador Leonel Godoy estuvo trando de comunicarse por horas con las autoridades federales para que le informaran si se trataba de un operativo federal o de uno del crimen organizado.
Todo lo anterior nos pone ante el hecho de que hay una grave deficiencia de comunicación entre los diferentes niveles de gobierno. No hay quien le informe a un director de un penal o a un gobernador, ya no digamos previamente; durante la ejecución de los operativos que se trata de efectivos reales, todo lo cual se subsanaría si se contara con una especie de teléfono rojo entre las autoridades federales y estatales para ya no seguir cayendo en comedias de errores como los que hemos presenciado en lo que va del sexenio.
2 comentarios:
No denunciaron rápido porque no sabían si los llevaban a junta o eran los federales
y porque el numerito es electoral.
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