Iván IV Vasilievich, nació en Kolomenskoie, Rusia el 25 de agosto de 1530 ; murió en Moscú el 18 de marzo de 1584. Fue zar de Rusia de 1547 a 1584). Considerado uno de los creadores del estado ruso. Se casó al menos siete veces, pero su matrimonio más importante fue con Anastasia Romanova en 1547.
Conquistó de Siberia, creó un nuevo código legal, el Sudiébnik, centralizó el poder en la capital, creó instituciones con participación popular, conquistó Crimea, destruyó la Orden Teutónica y realizó grandes reformas internas, como la reforma del ejército y la revisión del código legal.
Nieto del Zar Iván Vasilievich III el Grande e hijo de Basilio III y Elena Glinski, pertence al linaje Rurik. Fue coronado Gran príncipe de Moscú a los tres años, tras la muerte de su padre. Sin embargo, el reino fue administrado por su madre, que fue asesinada cinco años después de la coronación por clanes boyardos que se disputaban el poder. Este hecho generó en Iván un gran odio hacia los boyardos, y tuvo como consecuencias las constantes persecuciones y matanzas que organizó contra estos clanes.
En 1547 cuando fue nombrado Zar y Príncipe de toda Rusia a los 16 años. Este período se caracterizó por su gran reforma interna y su expansión territorial. Durante su gobierno impulsó las artes y las letras, además de introducir la imprenta en Rusia. En 1547 se casó con Anastasia Romanova, o Románov, y su gobierno se vio muy influenciado por ésta. Muchas de las realizaciones de este zar tuvieron lugar en este período , su carácter violento y autroitario se veía atemperado por su esposa.
Según los parámetros actuales, Iván fue un déspota cruel, aun durante sus años juveniles, pero para la Rusia de entonces, e incluso para las costumbres europeas, las reglas que estableció fueron sabias y humanitarias. Desde 1551 hasta 1560 jugó un papel muy importante en las deliberaciones de su consejo, permitiendo la libertad de palabra y de opinión, recibiendo peticiones de todos sus súbditos. La leyenda dice que fue la primera y única vez en la historia de Rusia en que los hombres pobres del país pudieron acceder a su soberano.
Pero su esposa muere en 1560 e Iván IV se vuelve un gobernante psicópata, fanático religioso y autoritario.Anastasia murió en julio de 1560. El zar, con el ánimo destrozado, volcó todo su pesar en una borrachera prolongada, que comenzó después del funeral. Su mente concibió la fantasía de que su amigo Alexei Ardatchev y su sabio consejero, el monje Silvestre, habían contribuido a la muerte de su esposa mediante embrujos. Si bien perdonó sus vidas, los destituyó y encarceló, dio muerte al hermano de Alexei y a su hijo de doce años, e hizo lo mismo con su amiga María Magdalena y sus cinco hijos.
Tras la muerte de su esposa, Iván se transformó en un zar autoritario y psicópata, del cual se dice que durante las noches sus gritos sonaban por todo el Kremlin.
El 21 de agosto de 1561 Iván se casó con una acaudalada princesa, aunque esto no impidió que concibiera —tan sólo dos años después— el propósito de casarse con la reina Isabel I de Inglaterra.
Temprano en la mañana del 3 de diciembre de 1564, un grupo de trineos se ubicó en la plaza del Kremlin, cargados por los sirvientes con oro, plata y joyas del palacio. El zar, la zarina y dos de sus hijos partieron en ellos sin rumbo establecido. Poco después, Iván envió el siguiente mensaje a su casa: ‘Incapaz de tolerar la traición que me rodeaba, he decidido seguir el camino que Dios me dicte”. Confundidos, los nobles y obispos salieron en su búsqueda. Lo encontraron en una pequeña aldea de Alexandrov, a ciento cincuenta kilómetros al noroeste de Moscú, y le rogaron que regresara. Iván accedió, pero impuso ciertas condiciones: tener la libertad de ejecutar a cualquiera que él considerara un traidor, vivir en una residencia en las afueras del Kremlin y contar con una guardia personal —los oprichniki— de cerca de mil hombres.Este hecho marca el tercer período de su reinado , período en el que se ganó el mote de El Terrible.
Estableció la servidumbre, impidiendo a los campesinos cambiar de dueño, inclusive el día de San Jorge. Creó los Opritchnik o Streltsí, su guardia personal, a la cual dio un uso represivo y de acción militar. Con esta guardia, desde 1560 hasta 1564, ejecutó a muchos boyardos y miembros del clero, e impidió que se formara un régimen feudal en Rusia. Utilizó a los Opritchnik de forma arbitraria y sanguinaria contra los boyardos y el pueblo.
Volvió a Moscú el 2 de febrero de 1565 y dos días después comenzaron las ejecuciones. Los bandidos oprichniki fueron aumentados hasta agrupar más de 6.000 hombres, y la nueva casa fuera del Kremlin se convirtió en un extraño monasterio, donde Iván era el abate. Trescientos oprichniki servían de monjes, vestidos con casacas negras y ropajes y sables jalonados de oro. El día comenzaba con los maitines a las cuatro de la mañana y terminaba a las ocho de la noche, con las vísperas. Iván rezaba con tal fervor que su frente siempre estaba magullada por las postraciones. Esos ataques de devoción eran interrumpidos para visitar la cámara de tortura, convenientemente situada en los sótanos de la residencia.
De ahí en más el reinado de Iván constituye un relato tormentoso, plagado de torturas, azotes, gente quemada y hervida en enormes ollas, y toda clase de muertes espeluznantes. En 1570 devastó los pueblos de Nóvgorod y Pskov, matando a muchos habitantes. Alegó que estaban conspirando con los boyardos en contra de su poder.Fue atroz la venganza que ejecutó en la ciudad de Novgorod en respuesta a una conspiración. Durante cinco semanas, miles de personas fueron azotadas hasta morir, asadas sobre fuego lento, o abandonadas a la intemperie glacial. Iván el Terrible y su hijo Iván intervinieron en forma directa en las ejecuciones de Moscú del 25 de julio de 1570. Mientras el príncipe Viskavati era colgado y cortajeado con cuchillos, el zar violaba a su esposa en su presencia y su hijo, a la hija mayor del matrimonio. Episodios de horror semejantes se repitieron durante casi veinte años, entre 1565 y 1584. La locura del zar culminó en la matanza de su propio hijo y heredero, el zarevich Iván, al que apuñaló en un ataque de furia, el l9de noviembre de 1581.
Mató, además, a varios de sus enemigos y amigos, lo que hizo que Iván se volviera aún más psicópata. Hacia el final de su vida conquistó Siberia (1581-1583), para terminar de conquistar la cuenca del río Orbi, estando al mando de las tropas el cosaco Yermak Timoféievich. Tras 27 años, y presionado internamente por el clero y los boyardos, perdió la guerra con Livonia y se vio obligado a entregar a Suecia las regiones de Ingria y Carelia Meridional y devolverle a Livonia la región de Polonia. Muerto Iván IV en 1584, le sucedió su hijo menor Fiodor I de Rusia.
Sus últimos días fueron tormentosos: no podía dormir, sentía terror, padecía alucinaciones y permanecía rodeado de adivinos. Su único momento de relajación consistía en mirar y acariciar sus joyas, hablando de sus poderes curativos. Murió a causa de un ataque de apoplejía.
Al parecer la causa de la transformación de Ivan IV se debió a las secuelas de la sífilis , hipótesis comprobada durante el período soviético cuando sus restos, exhumados en el Kremlin, mostraban las típicas lesiones óseas producidas por la enfermedad.
Millones de sus súbditos perecieron porque Iván sufría de sífilis. Su reinado podría haberse desarrollado en forma ejemplar en tanto modelo político si no hubiera sido por su locura y despotismo cruel. El asesinato de su hijo salvó a Rusia de un reinado sangriento, ya que había sido educado en la codicia y la crueldad. Su muerte dejó el trono en manos de Fedor, un idiota congénito, incapaz de reinar, quien estuvo, al inicio de su reinado, bajo el tutelaje de Boris Godunov. La muerte de este último, en abril de 1605, sumió a Rusia en el caos, y no hubo atisbo de unidad hasta la elección, en 1613, del primer Romanov, la dinastía que reinaría hasta principios del Siglo XX.
Y a propósito de dromedarios:
El Centro Histórico , libre de comercio ambulante para fin de año
Marcelo Ebrard.
Habrá que conservar esta promesa y verificar su cumplimiento al término del plazo fijado.
2 comentarios:
El poder nos hace perder suelo y la razón...
y tienes que ver las pelis de Einsestein, geniales, de mis favoritas. Aunque bueno, con la validez historica de Apocalypto, sòlo que bien hecha.
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