El crimen y la política son la misma cosa. Dijo Michael Corleone y la Historia , que como diría el maestro Mojarro es una gigantesca zopilotera y un gran hedor, le concede razón: David intrigó para quedarse con Betsabé, Julio César fue asesinado por sus allegados incluído su hijo adoptivo Bruto, los Borgia inspiraron a Maquiavelo para elaborar su doctrina política basada en la justificación de los medios para lograr los fines (todo se vale dirían ahora); el crimen como la continuación de la política por otros medios , la política como continuación del crimen por otros medios. Shakespeare se divirtió escribiendo sobre el tema.
En México ha habido épocas en las que lo más común es que los muertitos sean carta de negociación política; Don Belisario Domínguez , senador podría hablar de ello si no le hubieran cortado la lengua, muchos diputados asesinados , aun dentro del recinto legislativo, Colosio, senador con licencia y candidato a la Presidencia así como Francisco Ruiz Massieu también saben de esos asuntos.
Síntomas de la descomposición política del régimen se ha dicho de esas épocas , es decir cuando los acuerdos básicos en los que descansa la política no son ya suficientes para reglamentar el acceso al poder , entonces viene el baño de sangre , todo sea por el poder. Pero para el actual partido en el poder la descomposición le llegó demasido pronto , matarse por acceder a una diputación desde una suplencia es ya el colmo, digo , son 50 mil pesos mensuales de sueldo para un diputado local, más bonos por participar en comisiones , y el derecho de picaporte en oficinas públicas y el podercillo político , pero ¡cuánta impaciencia! y en el partido de la gente decente. Yo todavía no puedo creer que de verdad ese haya sido el móvil para matar a Jorge Bajos Valverde ; el que Lady Macbeth pueda ser diputada