Para que Claudia Sheimbaum entregue la Presidencia faltan
Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan
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jueves, 21 de septiembre de 2006
Un país no debe pronunciarse (a través del reconocimiento oficial o por la ausencia de éste) acerca de los gobiernos establecidos en otros estados, debiéndose limitar su acción al mantenimiento o retirada de sus legaciones diplomáticas.
Así puede resumirse la doctrina Estrada , formulada por Don Genaro Estrada ,diplomático mexicano que sirvió a la Secretaría de Relaciones Exteriores desde 1923 y llegó a ser su titular desde 1930 hasta 1932.
La Doctrina Estrada fue formulada como el recurso diplomático que hiciera a México menos vulnerable ante los Estados Unidos pues esta potencia había estado condicionando el reconocimiento a los gobiernos que surgieron de la Revolución Mexicana en menoscabo de la soberanía nacional .
La Doctrina Estrada en realidad es una reformulación de la Regla de Oro: Con la vara que midas serás medido , o también se puede decir: Trata a los demás como quieras que te traten a tí.
Nuestro Fukuyama de petatiux, Jorge W. Castañeda derogó la Doctrina Estrada al llegar Fox al poder, dijo que no , que eso ya huele a cadaver , que el mundo actual ya no se rige con los mismos mecanismos que en la década de los 30 del siglo pasado , que ya es hora de modernizar al Servicio Exterior Mexicano y a la chingada con la Doctrina Estrada y con la Regla de Oro .
Fue entonces que Fox , obedeciendo a sus reflejos ideológicos , empezó a sacarles la lengua a los mandatarios venezolano y cubano , que tan gordos le caen , y luego al boliviano , al brasileño y al argentino .
Comes y te vas. Con la vara que midas...
Ahora que Chávez niega el reconocimiento a Calderón ,aduciendo el abuso que de su imagen utilizó la derecha para calumniar a López Obrador (razón cierta además de todo), podría enarbolarse la caduca Doctrina Estrada , pero ¿cómo utilizar un recurso tan socorrido por los gobiernos priistas?
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2 comentarios:
El bufón continental puede decir lo que quiera, después del zapatazo de Kruschef y la declaración del demonio en la ONU, me queda claro que para que haya una fiesta se necesita un borracho o un loco. Sin ellos… pues es una simple reunión. Y desgraciadamente la posición de un país se vuelve “anecdótica” y provoca… risas.
(A ver si me da la misma risa si viene de visita el veinte de noviembre)
Eso de la visita en noviembre no es más que otro invento de la paranoia panista.
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