No fueron los regímenes que tomaron el poder a través de las armas a partir de 1910 los primeros en reivindicar las riquezas del subsuelo a favor de la Nación. La Corona Española durante el Virreinato había detentado la propiedad de las riquezas del subsuelo mexicano , pero al declararse la independencia estas riquezas pasaron a ser propiedad de la Nación. Este status legal fue reafirmado por Maximiliano que expidió un reglamento por el cual se estipulaba que ningún particular podía explotar ningún mineral sin haber obtenido una concesión del gobierno. Tal status legal no se modificó a la caída del Imperio.

Cuando en las grandes potencias se estaba sustituyendo ya el carbón por petróleo como combustible para la industria , en México se empezó a tratar de extraerlo con pobres resultados. Los primeros petroleros extranjeros que se instalaron en México lo hicieron creando refinerías para surtir el mercado mexicano y utilizando petróleo importado de Pensilvania.Fue hasta 1884 en el gobierno de Manuel González que se modificó la legislación declarando en la Ley minera , en su artículo 10, fracción IV, a semejanza de los códigos mineros de los países industrializados ,que el petróleo y el carbón eran propiedad del dueño de la superficie. La finalidad de esta nueva concepción era la de alentar a los particulares a invertir en el desarrollo de estas fuentes de combustible para ferrocarriles y otras actividades. Nadie invertiría en el carísimo equipo de exploración y perforación sabiendo que de encontrar petróeo éste no sería para él sino para la Nación.

En el porfiriato ese aliento a la inversión fue la principal característica de su política. Diaz apapachó tanto a las empresas petroleras que estas se volvieron muy poderosas , pero los motivos de Díaz no eran por entreguismo , para su gobierno el petróleo era de poca importancia en México , y esta percepción se debe a lo siguiente:

Al iniciarse el siglo XX el gobierno mexicano solicitó oficialmente al Instituto Geológico la opinión de sus expertos sobre el potencial petrolero de México. El director del instituto comisionó el trabajo a los Geólogos Juan N.Villarello y Ezequiel Ordóñez, el primero era un experto, el segundo un principiante en la disciplina. Al final no hubo un informe conjunto , pues mientras Villarello concluyó que en México no existían estructuras gelógicas apropiadas para la acumulación de petróleo , Ordóñez sostuvo lo contrario . Como era de esperar , el Instituto Geológico dió su aval al dictamen de Villarello, técnico de mayor prestigio y experiencia. Así pues , y según la verdad oficial de principios del siglo pasado en México no había mucho petróleo, Ordóñez por su parte no cambió de opinión y buscó oídos más receptivos , revelando los secretos geológicos de México a los petroleros norteamericanos.
Díaz creía que se estaba transando a los petroleros gringos e ingleses dejándolos explorar y comprar tierras , consumiendo insumos , pagando impuestos por importar equipo , generando empleos ,de hecho las primeras exploraciones ya asesoradas por Ordóñez fueron costosísimas y la producción de los pozos poco alentadoras. Pero cuando se localizaron los verdaderos depósitos la producción puso a México como el segundo productor de petróleo al grado de afirmarse que si los aliados ganaron la primera Guerra Mundial a Alemania fue gracias al petróleo mexicano . Fue tal el poder de los petroleros extranjeros en México que se afirma que la causa real del asesinato del presidente Madero se debió a que éste quiso gravar con 20 centavos por tonelada las exportaciones de las empresas petroleras. Con razón la avarica es un pecado capital , porque puede ser homicida.

Fuente: Petroleo y Nación.l990. Lorenzo Meyer. Fondo de Cultura Económica.