Como te podrás dar cuenta al contemplar la imagen de aquí arribita, las nubes del primer plano son muy diferentes a las nubes del fondo.

De hecho, en primer plano tenemos un grupo muy fotogénico de nubes terrestres conformadas por vapor de agua, y que semejan un bello atardecer por virtud de la exposición de lapso extendido con la que se consiguió la fotografía. La luz del supuesto atardecer, en cambio, no es más que la luz de Tucson, Arizona, que se refleja desde la distancia. Hacia el fondo, en cambio, están las nubes de estrellas que conforman el disco de nuestra Vía Láctea. Billones de estrellas parecidas a nuestro sol viven allí, circulando el centro de nuestra galaxia cada 200 millones de años.

El contraste que se produce entre las nubes de vapor de agua y las nubes de estrellas ha sido resaltado de manera digital, para conseguir el bello efecto que de suyo se produce. Como dato extra, apunto que hacia la esquina superior derecha, y entre ambos tipos de nubes, brilla el planeta Júpiter.


Imagen y texto cortesía de Enrique Rojas.