En alguna ocasión tuve la oportunidad de estar en Iztapalapa en Semana Santa y pude presenciar distintas etapas de la escenificación de la Pasión que se inicia desde el Domingo de Ramos. Es sorprendente el esfuerzo que realiza esta comunidad que participa casi en su totalidad , practicamente cada familia aporta algo ya sea en recursos materiales o humanos para montar esta tradicional representación de Semana Santa.

Originalmente , tanto la escenificación de la Pasión , como las posadas y los Nacimientos , fueron recursos didácticos de los misioneros en la Conquista para catequizar a la población indígena del Nuevo Mundo el tiempo hizo de estas prácticas un tradición y la tendencia contemporánea a la banalidad un espectáculo más.

Para los habitantes de Iztapalapa la esenificación es un factor de cohesión comunitaria , pero para los visitantes es una diversión , es estar dentro de una versión más como las que ha visto en las pantallas. El objetivo de los misioneros ha sido hecho a un lado , no motiva la reflexión sobre la naturaleza humana , ni sobre la propia condición , eso sería algo positivo , pero no ocurre . ni modo.