Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

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jueves, 19 de enero de 2006


Dificil es sustraernos de la inercia de nuestro tiempo . Aun cuando la eslavitud era evidentemente inhumana , se tenía como un mal necesaro . Para grandes pensadores como Sócrates , incluso , era la fuente del progreso de la Humanidad. Arrancarle a la Naturaleza los satisfactores que permitan la subsistencia es un trabajo tan arduo que hacerlo consume prácticamente todo el tiempo de un individuo, de tal manera que no tiene espacio para el ocio , condición indispensable para que florescan las artes , las ciencias , en fin , el pnsamiento . Fue el esclavizar a unas personas lo que permitió a otras tener tiempo de ocio para crear.
En otro período de la Historia , durante el mercantilismo, también se recurrió a la esclavitud , no como Modo de producción , según la concepción marxista , sino como un proceso de acumulación originaria de el capital. En esta época voces como Fray Bartolomé de las Casas se alzaron para llamar la atención sobre los efectos brutales que la esclavitud tenía en los idígenas del el Nuevo Mundo , pero al mismo tiempo ace´ptaba tácitamente ( tal vez no tan tácitamente ), la necesidad de que esclavos realizaran el trabajo. Así lo afirma este pequeño extracto de un texto de el siglo XVIII:



NEGROS, Nacion de gentes ó por mejor decir Naciones diferentes de varios Reynos y Provincias del Africa, que aunque no son aborigenes de América, les damos lugar porque forman la principal parte de los habitantes de estas Regiones, que hoy si no exceden, á lo menos igualan á sus naturales, porque estos son los que trabajan las minas, los que cultivan la tierra, y los que se emplean en todos los oficios serviles en la América, en los dominios de España, Portugal, Francia, Inglaterra, Holanda &c., que los compran en las Costas de Africa, y los llevan por esclavos, donde son tratados con el mayor rigor é inhumanidad, como si no fueran de la especie racional: el célebre Fr. Bartolomé de las Casas, Obispo de Chiapa fue el que con zelo indiscreto propuso para libertar á los Indios de la servidumbre, llevar Negros esclavos para el trabajo, como si esta parte del género humano debiera carecer de los privilegios de la humanidad por la diferencia del color que les da el nombre, y en unos es mas atezado que en otros segun las Provincias de que son, y llaman castas, como Congos, Mandingas, Chalaes, Ararares, y otras muchas: generalmente son bien hechos, membrudos, fuertes, y de mucha resistencia para el trabajo: tienen la nariz chata, los labios abultados, el pelo muy encrespado y la dentadura blanca: se diferencian las castas en algunas señales caracteristicas entre ellos, como los Chalaes que tienen tres verdugones de alto á baxo en las mejillas de otras tantas sajaduras que les hacen desde pequeños: los Araraes que se liman en punta los dientes &c.: los Ingleses, Holandeses y Portugueses hacen este infame comercio en las Costas de Guinea para venderlos despues en la América y en las Islas, donde al cabo de algunos años de trabajo y esclavitud tienen derecho á conseguir la libertad dando al amo la cantidad que le costó; pero aun este corto alivio respecto á lo que han padecido, que dispuso sabiamente el gobierno Español, no suele tener efecto por lo que elude el interes y dureza de los dueños: es cierto que el caracter general de los Negros es de malisimas costumbres, porque son embusteros, supersticiosos, dados á hechizerías, vengativos, crueles y ladrones, y sin el castigo y rigor con que son tratados seria imposible avenirse con ellos, pero aboga en su disculpa el amor de la libertad y la sinrazon de la esclavitud; y no dexa de haber muchos en quienes se observan virtudes morales como entre las Naciones mas cultas: los Españoles, que entre todas son los que los tratan menos mal, han abastecido desde poco tiempo despues de la conquista sus Provincias de Negros por medio de contratas celebradas con diferentes condiciones primero con los Genoveses, sucesivamente con Don Domingo de Grillo, el Consulado de Sevilla, Don Nicolás Porcio, Don Bernardo Marin y Guzman, la Compañia de Portugal, la de Francia llamada de Guinea hasta el año de 1713. que por la paz de Utrech se concedió á la Compañia de Inglaterra por 30. años que cumplieron el de 1743., en que siguió Don Joseph Ruiz de Noriega, y despues una Compañia de comerciantes de Cadiz.


Fuente: Alcedo, Antonio de. Diccionario geográfico-histórico de las Indias occidentales o América. 5 vols. Madrid: Imprenta de Benito Cano, 1786-1789.

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