A veces ocurre , al aposentarnos en la taza del inodoro; o más bien cuando allí soltamos la primera descarga intestinal, que salpican algunas gotas .Supongo que en el Mundo del revés la secuencia sería que primero se sintieran salpicar las gotas , es decir antes de soltar el paquete; eso pasaría allí o , como me contó cierto conocido mío, en los excusados del mercado de Tepito. pero tal inversión en el orden lógico debe despertar extrañeza , como la despertó en el susodicho personaje que, por instinto de conservación adoptó inmediatamente la posición de firmes y hecho un vistazo al retrete para darse cuenta que lo que creyó gotas de agua era la nariz de una rata que en ese momento salía de la taza para irse muy oronda al exterior de los baños.

¿Qué historia será más horripilante ; la anterior o la siguiente?

Una chica fué invitada a comer en casa de la madre de su novio, y le sirvieron muchos líquidos, por lo que al poco rato sintió ganas de orinar , pero tenía pudor de preguntar en dónde estaba el excusado ,así que recurrió a una ingeniosa hipérbole , ella pregunto: ¿En donde me puedo lavar las manos? Jejeje, brillante. Sólo que no contaba con que en aquella casa había un lavabo fuera del cuarto de baño. -Allí mira abajo de esas escaleras. Descorazonada ante el lavabo y sin querer confesar sus verdaderas intenciones decidió utilizar el lavabo como inodoro . Se bajo las pantimedias se trepó como pudo al lavabo y el maldito lavabo no aguantó tal peso y fue a dar al suelo con todo y chica . Causó tal estrépito la caída que el novio y su madre corrieron a ver que había sucedido para encontrar en el suelo , desmayada , a la chica con los calzones en las rodillas y el lavabo sobre el trasero.