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¿Qué se va a acabar primero?

viernes, 13 de mayo de 2005


Soy un pionero de las relaciones igualitarias de pareja ; es decir de esa corriente de opinión que considera que hombre y mujer están a la par en cuanto a derechos y obligaciones y que tal igualdad debe llevarse sin restricciones a la vida de pareja.

Si la mujer se ha incorporado al campo laboral y lo hace cada vez con mayor éxito , lo correspondiente en el varón es incorporarse a las labores domésticas y a la crianza de los hijos. Y de esta manera, los dos integrantes de la pareja deben aportar dinero , tiempo y trabajo para mantener el hogar que han formado.

Después de varios años de aplicar estas ideas en mi vida de pareja puedo evaluar algunos aspectos de tal aplicación . Uno es la crianza de los hijos : en este aspecto considero que he tenido un maravilloso éxito , tras haber colaborado en el aseo de los bebés , cambiar pañales , bañarlos ,etc; en su alimentación , en preparar sus alimentos ,en su cuidado y en supervisar su desempeño escolar he logrado formar a unos buenos chicos y sobre todo he logrado establecer con ellos una magnífica relación en la que , sin abandonar la función de padre, la camaradería es la regla.

En cuanto a las labores domésticas , no me fue tan dificil colaborar en ellas porque, por razones que hoy no viene al caso relatar, en mi familia de origen siempre colaboré en tales tareas. Yo creo que el problema con las labores domésticas es la gratuidad de su realización , esto lleva a menospreciarlas como un trabajo poco digno y hay hasta quien dice que no es trabajo , pero vaya que lo es y vaya que tienen un gran valor .

El único aspecto de las relaciones igualitarias en las que fracasé fue en la toma concertada de decisiones . Resulta que a la hora de presentar los argumentos para elegir la mejor opción en algún asunto ,pocas veces logré sacar adelante mi criterio porque mi pareja decía"Ah eso es una imposición" y yo pensaba , "bueno , no , nada de imposiciones , soy democrático e igualitario ,así que a negociar y nada perdemos con ceder un poco" , pero el pendejito de Ernesto generalmente terminaba cediendo mucho más , y no se daba cuenta (léase esta última frase con tono de Hermano Lelo),y su pareja terminó por interpretar esta actitud como pusilanimidad, como sumisión y empezó a perderle el respeto al tal Ernesto.¿Se puede amar a quien no se respeta? Pues hasta aquí mi experiencia con las relaciones igualitarias de pareja , si alguien está convencido del concepto ,tómela en cuenta. Posted by Hello

4 comentarios:

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

Ustedes los de izquierda sufren mucho. =p

carlos dijo...

Vivan las empleadas domésticas, que Dios las tenga en su gloria... excepto a las que roban, perras malditas

Indio Cacama dijo...

jajaja, también los de derecha sufren , sobre todo los que se cilician.

Indio Cacama dijo...

Hay quien asegura que en las relaciones de pareja hay que mantenr una tensiòn permanente , el problema entonces es ¿que tanto hay que tensar la cuerda para que estè siempre afinada?

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