Cuando cursé el primer año de educación media básica (¡secundaria pues!), la materia de Español la impartió la profesora Bertha Parra , de muy bonita figura y muy elegante ,aunque de tal rigidez en su trato con los alumnos que se ganó el mote de Bertha Perra.

Esta profesora organizó en la clase una biblioteca circulante , ella propuso una lista de libros , cada alumno compró uno y lo leyó , luego elaboró una ficha con los datos bibliográficos, un resumen en cuatro renglones y un comentario en dos renglones , todo esto en una semana.A la semana siguiente intercambiábamos los libros y así el proceso se repitió hasta terminar el año.

Con esta dinámica leímos cada quien un poco más de 30 libros en un año. Fue en ese año que leí obras que aun son mis favoritas , como Alicia en el país de las Maravillas, El Principito, Robin Hodd, Gulliver , etc.

En los años siguientes quise repetir la experiencia de manera autegestiva con mis amigos y mis conocidos pero fue imposible , no se lograba mantener ni la cohesión ni el compromiso , ni el interés del grupo, así que después de varios fracasos abandoné el proyecto.

Era bastante perra la maestra Bertha pero hoy reconozco que algo aprendí de ella , y al ver las lecturas que los maestros de secundaria en estos dias proponen dan ganas de llorar: Un mexicano más , Quién se ha robado mi queso , El buscador y pendejadas de esas.