A veces mi papá me preguntaba acerca de lo que había aprendido ese dia en la escuela; una vez me puse a platicarle acerca de la clase de Anatomía y al final su comentario fue: "pero al cerebro no se han metido, verdad?" La verdad es que ya para entonces se sabía bastante sobre la anatomía del cerebro y algo sobre su funcionamiento: por entonces ya en el bachillerato se hablaba de neuronas, dendritas, axones...
Más adelante supe de la sinapsis y la curiosa manera como se conectan las neuronas entre sí; mediante neurotransmisores. Eso lo supe cuando me enseñaron la forma como actua el insecticida DDT: bloqueando la formación de la acetilcolinesterasa, que es nesesaria para desactivar otro neurotransmisor: la acetilcolina, que al parecer es responsable de activar las neuronas motoras que mueven los músculos; por eso cuando se aplicaba se veía a las moscas dar vueltas como rehilete, no podían parar por que su acetilcolina no se desactivaba.
Años después supe que hay muchos más neurotransmisores como los provocan la sensación de placer, la dopamina y la adrenalina como ejemplos.
Pero ahora que leí el libro El cerebro de una colección que lanzó National Geographic, me entero que las últimas investigaciones han encontrado que los neurotransmisores son solamente un paso para la transmisión del impulso nervioso, que hay otras moléculas que se forman en la membrana neuronal para lanzar el neurotransmisor y que en la neurona receptora se forma otra molécula que lo recibe.
En este libro se hace una reseña de como se han ido logrado avances en el estudio del cerebro. Una parte muy interesante de esta historia es la del español Ramón Cajal, hijo de campesinos pobres, con grandes aptitudes para el dibujo y con aspiraciones para convertirse en pintor, pero convencido por su padre que era mejor que estudiara Medicina. Refundido en un pueblucho de la España profunda, pero con una gran curiosidad y un microscopio, se puso a hacer observaciones del tejido cerebral. Con sus aptitudes de dibujante logró un gran acervo de dibujos de distintos tipos de neuronas y llegó a conclusiones que le valieron ganar el Premio Nobel. Ciertamente que su padre acertó en no dejar a su hijo ser pintor.
Cuando estaba en la primaria, un compañero solía decir en vísperas de Día de Reyes que iba a pedir un casco de pensar para hacer buenas tareas. Siempre recuerdo eso en Enero, pero ahora lo volví a recordar en el capítulo que este libro dedica a los avances en adaptar máquinas al sistema nervioso que están encaminadas a devolver capacidades como el movimiento, el oído y la visión a personas que las han perdido por enfermedad. En el libro se asegura que el día llegará en el que se logre que máquinas adapatadas al cerebro aumenten las capacidades del cerebro como la memoria y hasta percepción ultrasensorial ¡el casco de pensar de mi amigo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario