Cuando se leen los relatos bíblicos se percibe que en esos tiempos Dios interactuaba mucho con los seres humanos; se manifiesta con prodigios a Moisés (Éxodo 3:2-4);lucha cuerpo a cuerpo con Jacob (Génesis 32:22-30); regatea con Abraham (Génesis 18:22-26), habla en sueños (Job 33:15), en fin, creo que es aquí donde debo escribir: etcétera.
Pero después de un tiempo, al parecer Dios ha guardado un actitud más discreta con respecto a los humanos, incluso el mismo Jesús le reclama: "¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?" ("¡Dios mío, Dios mío!¿por qué me has abandonado";Mateo 27:46 ).
Incluso el Papa Benedicto XVI a raiz del Holocausto y de otras atrocidades clamó el "silencio de Dios".
Pero ¿realmente estaríamos dispuestos a que Dios retomara su interactividad con los humanos? Tal vez ya nos hemos acostumbrado a esa cercana distancia.
En la peli Cinema Paradiso, Alfredo dice: "Dios se tardó 7 dias en hacer la Creación, yo me hubiera tardado más, pero modestamente, algunas cosas me habrían quedado mejor".
A ver, si se te encargara rehacer el mundo ¿qué cambiarías? ¿que eliminarías? ¿cómo le harías para que tus prejuicios, fobias, odios y aversiones no interfieran en tu Creación?
Bueno, lo que acabas de leer son algunas de las reflexiones que me motivó la lectura de la novela de ciencia ficción escrita por Phillip K Dick; Ojo en el Cielo y que si quieres pasar momentos emocionantes, vertiginosos y desconcertantes, te recomiendo leerlo.
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