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¿Qué se va a acabar primero?

martes, 1 de noviembre de 2016

La última calle de la ciudad no existe. Alejandro Aura

Alejandro Aura fue una de esas personas excepcionales por todas las actividades y cargos que desempeñó con notable eficacia a pesar de que su formación fue autodidacta. No sé si lo soñé o si, como creo recordar, una vez fue el mismo Aura quien, en uno de sus programas de radio, dijo que sólo había terminado la secundaria.

En su ficha de Wikipedia se menciona que fue ensayista, poeta y dramaturgo mexicano, además de promotor cultural, director del Instituto de Cultura de México en España. Hermano y padre de las también actrices Marta Aura y María Aura, respectivamente. Junto con su labor como hombre de letras, destacó su paso por el Instituto de Cultura del Gobierno del Distrito Federal (hoy Secretaría de Cultura), en donde promovió el uso de espacios públicos para celebraciones culturales y fundó un millar de grupos de lectura (los libro-clubs). Como empresario, creó el teatro-bar El hijo del cuervo Las crónicas cuentan que fue muy activo (también entonces) en la lucha estudiantil mexicana de 1968. Él estaba muy orgulloso de esa actividad de trovador, a la que convocó siempre, como un rapsodia y como un eco. Entre sus libros de poemas están Cinco veces la flor, Volver a casa, Alianza para vivir y Poeta en la mañana.

De su faceta de poeta te dejo aquí uno de sus poemas publicado en el número 10 de "Para leer de boleto en el metro":




La última calle de la ciudad no existe,
en las orillas a todas horas nacen calles
bajo los pies de los que pasan,
y transitan muchos más sueños
de los que el gobierno se imagina;
por eso no es posible contarlas,
no es posible manejar a la ciudad
con una tabla aritmética;
en realidad nadie sabe qué ocurre,
nacen calles de los nombres que se piensa ponerles
y hay que estar inventando palabras nuevas
para simular que la situación se ha dominado.

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