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¿Qué se va a acabar primero?

miércoles, 10 de febrero de 2016

Phineas Gage. La primera evidencia científica de que la personalidad radica en el cerebro

"El 13 de septiembre de 1848, Phineas Gage dirigía un grupo de trabajo que estaba volando rocas para la construcción de la vía de ferrocarril Rutland & Bulrington, al sur de la localidad de Cavendish, Vermont. Para ello preparaba las detonaciones perforando un agujero en la roca, añadiendo explosivos, un detonador y arena, para terminar compactando esta carga con una barra de hierro. Gage estaba realizando estas tareas alrededor de las 16:30 horas cuando (posiblemente porque se le olvidara añadir la arena), se creó una chispa al contacto entre el hierro y la roca que provocaría la explosión de la pólvora, expeliendo la barra fuera del agujero —de alrededor de 1,1 m de longitud (3 pies y siete pulgadas) y 3,2 cm de diámetro (1 y 1/4 pulgadas)—, la cual atravesó el cráneo de Gage, «entrando por el lado [izquierdo] de la cara [de Gage] [...] pasando por detrás del ojo izquierdo y saliendo por la parte superior de la cabeza».

A primera vista: un milagro médico
Sorprendentemente Gage no solo sobrevivió al accidente, sino que se mantuvo consciente en todo momento. La crónica de la época relata incluso que habló a los pocos minutos. Después del accidente lo llevaron en una carreta varios kilómetros hasta la consulta del doctor Harlow, uno de los médicos del pueblo, que fue quien dejó constancia de su evolución, ya que Gage seguía consciente mientras lo llevaban.

Sobrevivir a una explosión y a una herida como esa con la rudimentaria medicina de la época y seguir siendo capaz de andar y hablar racionalmente es sorprendente. No menos sorprendente es que dos meses después el doctor Harlow consideraría que Gage estaba completamente recuperado, dándole el alta.

La realidad: Gage ya no era Gage
Podemos entresacar lo que ocurrió a partir del relato que el doctor Harlow preparó 20 años después. Como ya hemos dicho, la recuperación física de Gage fue completa. Sin embargo, en palabras del propio Harlow "El equilibrio entre su facultad intelectual y sus propensiones animales se había destruido".: Tras pasar la fase aguda, Gage se volvió irregular, irreverente, blasfemo e impaciente. A veces era obstinado cuando le llevaban la contraria, pero pese a que continuamente estaba pensando en planes futuros "los abandonaba mucho antes de prepararlos", y era muy bueno a la hora de "encontrar siempre algo que no le convenía". Esto contrastaba con el hecho de que previamente al accidente era un hombre responsable.

El final

Otro retrato de Gage

La calavera de Gage —serrada para mostrar el interior— y la barra de hierro, fotografiados por Harlow en 1868.
Después de su accidente Phineas perdió su trabajo en el ferrocarril. Se ha afirmado que era incapaz de mantener uno por mucho tiempo, ya que los abandonaba o lo despedían por sus continuas riñas con sus compañeros. Tras trabajar en varias granjas Gage fue exhibido en el circo, en el que enseñaba orgulloso su herida y la barra de hierro que la provocó. Trabajó algún tiempo como conductor de diligencias en Chile, que hacían el recorrido entre Valparaíso y Santiago. Luego volvió a reunirse con su familia en San Francisco, donde se habían trasladado. Su salud se estaba deteriorando y murió probablemente con 38 años tras una serie de crisis epilépticas. Actualmente tanto el cráneo como la barra de hierro se conservan en el museo de medicina de la universidad de Harvard.
Lee la nota completa en Wikipedia

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