Una cosa es dejarse llevar por la frustración de haber acudido a las instituciones para evitar ser depojado y gritar a mitad del Zócalo "¡Al diablo las instituciones!" Y otra muy diferente es mandarlas realmente al diablo violando de manera grave, reiterada y sistemática como lo hizo el Partido Verde (abreviemos PV) en las elecciones en las que participó este año y que la institución encargada de aplicar la ley que ordena retirar el registro al PV se mande sola al diablo al negarse a hacerlo y declarar tácitamente que no hay ley, institución, ni democracia que valga en México, que todo se vale y que se puede delinquir impunemente.
El INE fue forzado a pronunciarse respecto a las violaciones a la ley del PV por la presión que miles de ciudadanos ejercieron a través de Change.org que fue acompañada con las debidas invocaciones a los artículos de la ley electoral aplicables al caso, así que con este veredicto, el Instituto Nacional Electoral ha cancelado la vía demcrática, legal y pacífica y le da la razón a los calenturientos que claman por una nueva revolución.
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