Hasta no encontrar evidencia anterior, podría decirse que el Dedazo, método para asignar candidaturas, fue instituído por Don Porfirio Díaz y fue retomado por los gobiernos posrevolucionarios surgidos del PRI en sus distintas advocaciones.
Otros partidos intentaron formas más democráticas, pero cuando estuvo de por medio el billete grande, tales formas se convirtieron en espectáculos deplorables: Debates que parecían más bien luchas en el lodo, elecciones abiertas en los que predominaban las viejas mañas del mapachismo: robo y relleno de urnas, compra de votos, alteración de actas, gritos, golpes y sombrerazos, en fin, mucho intento democrático y al final la sospecha de Dedazo no se las quitaba nadie a los principales líderes morales de los partidos.
Por eso resulta por lo menos novedosa la salida de MORENA de rifar las candidaturas para evitar el Dedazo, el fraude electoral y el descrédito que esto conlleva.
Va pues danzón dedicado a López Obrador y MORENA que lo acompaña
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