Para evitar el escándalo por el homicidio de una mujer dentro de una tienda en pleno Buen Fin, Liverpool decidió mover el cuerpo, alterar la escena del crimen y falsear el dictamen médico, lo que hace a dicha empresa cómplice del homicida. Lo que nos corresponde como ciudadanos y consumidores es hacer un escándalo mayor que el que quería evitar la tienda y no comprarles ni un calcetín.
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