La ceremonia el Grito la noche del 15 de septiembre resulta interesante por todo lo que hay alrededor de ésta. Tal vez en algún momento desde que se instituyó esta ceremonia tuvo su carga de patriotismo, pero creo que desde que el sistema priista lo pervirtió para darle reflectores al Presidente en turno la ceremonia se ha venido cargando de chacota, de mentadas de madre al Presidente, de chismorreo sobre como se peinó y se vistió la primera dama, sobre a qué le echó porras el presidente desde el balcón, etc. Quizá solamente los mexicanos que se encuentran fuera del país ese día le dan a la ceremonia del Grito esa carga patriótica que los que la instituyeron tuvieron la intención que tuviera.
Es así que Lázaro Cárdenas le echó su viva a la República Española, Echeverría a Chile y al Tercer Mundo, algunos presidentes se acordaban de un personaje de la Guerra de Independencia y olvidaban a otros. Algunos de los asistentes en primera fila dentro de Palacio Nacional hacían chistes; como el embajador de Estados Unidos durante el gobierno de Zedillo, Negroponte que al terminar Zedillo el Grito con los tres !Viva México! de rigor, exclamó (Negroponte): "Es el mejor discurso que ha pronunciado en el año".
La costumbre de Calderón fué la de salir borracho al balcón a dar el Grito, arrastrando las palabras de tal forma que una vez me pareció oirlo decir "¡Viva Nalgama!" pero parece que dijo :"¡Vianaldama y Galeana"!
Así las cosas la expectativa en este año era que Peña hiciera otra vez gala de su impericia para hablar y se equivocara al dar el Grito, pero seguramente se pasó todo el día ensayando aunque sí tuvo un tropiezo casi imperceptible, se podría decir que lo hizo con solvencia.
La anécdota este año estuvo en la Plaza dela Constitución, no es extraño que por la lluvia el Zócalo se encuentre medio vacío a la hora de el Grito; a Calderón le tocó alguna vez darlo ante unas cuantas personas en la plaza. Pero lo que nunca se había visto era que un Presidente por más priista que fuera diera el Grito en una plaza a medio llenar de ¡acarreados!
Las tomas de televisión se encargaron de maquillar el vacío haciendo tomas de acercamientos a la primera fila (no sé el nombre técnico de este tipo de tomas) de tal manera que no se vieran los huecos en una toma de más arriba, las mentadas de madre se ocultaron con el Son de la Negra y los acarreados hicieron lo propio con porras a Peña.
Pero lo que no se pudo maquillar es que los acarreados se delataran usando todos sus impermeable rojos y sin pudor alguno exhibir pancartas de algún municipio mexiquense: "Atalacomulco Presente"
A lo que tuvo que llegar Peña, a traer acarreados al Zócalo para que no entraran los profes a gritarle su precio.
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