Impugnar las elecciones ante el Tribunal electoral es un camino que debe seguirse, no sólo para que los magistrados desquiten el dineral que les pagamos, sino porque a partir de su dictamen se podrán realizar las modificaciones a la ley electoral para elevar las penalidades a delitos electorales como la compra y coacción del voto, el financiamiento ilicito y el rebase en los topes de campaña.
Por otra parte, que de esta impugnación derive la anulación o invalidación de las elecciones es algo tan remoto que las izquierdas distintas a las izquierdas electorales; las izquierdas sociales representadas en la Convención Nacional contra la Imposición han elaborado un programa de actos de protesta que incluyen el bloqueo de carreteras, la toma de instalaciones de Televisa y la intención de impedir la toma de protesta de Peña.
Es necesario reflexionar en la eficacia de las acciones que se plantean en la Convención Nacional contra la Imposición, todo eso se puso en práctica en 2006 y hoy no vemos la hora de que Calderón se deposite en el basurero de la Historia; al parecer López Obrador aprendió la lección y hoy ha dicho que no llamara a actos que afecten a terceros.
Pero las izquierdas sociales no siempre están en sincronía con las izquierdas electorales, de hecho los Macheteros de Atenco están cerca del EZLN y ya conocemos la opinión que de López Obrador tiene el Sub Comandante Márcos (por cierto, también Javier Sicilia está cerca del EZLN y conocimos de su propia boca sus descalificaciones a Andrés Manuel).
Como sea, necesitamos aprender de la experiencia y superar reflejos condicionados que nos llevan a adoptar conductas que la realidad nos ha demostrado que no dan resultado.
Y para que tengas más elemntos de reflexión escucha este audio
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